Colectivo TAIFA de economía crítica

La banca y las finanzas existían antes de la aparición del sistema capitalista y  han sido uno de los pilares sobre los que descansa el modo de producción capitalista desde sus orígenes. Analizar históricamente las relaciones del sector financiero con el productivo nos permitiría entender mejor la estructura de nuestra economía y como hemos llegado a la etapa actual en la que la esfera de lo financiero es hegemónica.

 El tamaño de este artículo no permite una aproximación histórica rigurosa y nos quedaremos sólo con la comparación de dos fotos estáticas con un siglo de diferencia. En la primera fotografía, en blanco y negro, observaríamos al director del banco local concediendo un  préstamo al dueño de una industria textil para introducir una máquina de vapor en la producción de su fábrica a finales del XIX. En la segunda fotografía, digital, podemos ver el contrato de compra por un fondo de inversión de capital riesgo de una fábrica de galletas que tiene problemas de liquidez a finales del XX.

 En ambas el efecto económico es el mismo, un representante de los ahorradores aporta capital dinerario al empresario para que un proyecto de inversión sea viable.

Pero las diferencias son muy notables, el primer banco esta próximo a la vida productiva del vapor y no empezará a recuperar su adelanto hasta que los productos textiles se vayan vendiendo año tras año. Las máquinas son reales y el riesgo asumido por los ahorradores estará vinculado a la producción real de esa empresa.

 En el segundo caso el fondo de capital riesgo tiene todo el poder, su central está a 4000 kilómetros y sus ahorradores entran y salen en segundos desde todo el mundo. Necesita asegurar unos beneficios financieros rápidos, probablemente ha pedido un préstamo previo y pretende “sanear” la empresa y volver a venderla antes de tener que devolverlo.

“Sanear”: despedir trabajadores, venderse activos reales, generar flujos de caja a corto plazo vender y… salir corriendo.

 La vinculación, a nivel temporal y geográfico, de asumir el riesgo y el compromiso con la estabilidad futura de la producción real ha desaparecido. El sistema financiero en el cual esta inmerso el capitalismo de los últimos tiempos tiene rasgos importantes: supremacía de poder sobre la esfera de la  producción, relación parasitaria consistente en extraer parte del excedente social mediante los beneficios que obtienen de los diferentes productos financieros y gran creación de capital ficticio.

  I Entender la relación parasitaria:

 Para comprender la magnitud del poder que ejercen los flujos de dinero sobre la esfera de la producción hay que entender el funcionamiento previo de ésta en la actualidad. Analizar la base, como funciona la estructura productiva y las nuevas formas de explotación nos ayuda a entender la formación de la gran burbuja especulativa que se creó en los últimos años. Una observación profunda, desde la teoría del valor trabajo, de cómo una parte significativa de los flujos de dinero ficticio se fueron alejando de la riqueza, nos permitirá desenmascarar el verdadero origen de la crisis actual. 

 El funcionamiento del  núcleo del capitalismo es idéntico en esta etapa histórica al que ha tenido en todas sus fases anteriores, aunque algunas manifestaciones externas sean distintas. Simplificando: propiedad privada, explotación,  libre mercado y una manera determinada de acumulación. De una manera rápida, analizaremos el impacto de los cambios en lo real en la expansión del capital financiero y su supremacía sobre el industrial. Para ello necesitamos entender las trasformaciones importantes en las formas de explotación que propiciaron la aparición de grandes masas de capital ficticio.

 Contexto histórico previo

En las décadas de los setenta-ochenta se producen hechos que condicionaran un nuevo sistema de operar del capitalismo.

– Ruptura de la arquitectura financiera de Bretton Woods la desvinculación del   dólar del oro apareciendo un sistema de divisas flotantes

– Incremento de los créditos internacionales

– Creación de los mercados que posibilitaron la especulación  con materias primas

– Eurodólares y petrodólares

– Revolución en los transportes y comunicaciones.

-Contrarrevolución conservadora- monetaristas-neoliberales.

-Desregulación financiera y crecimiento de los paraísos fiscales.

La tendencia a la disminución de las ganancias en el capital productivo  obligó a que los capitalistas depositaran sus fondos en los bancos como capital financiero, estaban también los ingentes fondos de los petroleros, y la creciente importancia del dinero negro (armas, droga, prostitución). Todo ello supuso un gran aumento de los fondos depositados en los bancos, dando lugar a que las instituciones de crédito (bancos, compañías inversoras, empresas de seguros) buscaran nuevas formas de invertir estos capitales, dando lugar a grandes innovaciones financieras (la ingeniería o la nueva arquitectura financiera).

 En la coyuntura actual algunas nuevas formas de organización y gestión de las empresas productivas, dentro de las premisas del paradigma neoliberal, han generado el crecimiento desmesurado de la esfera financiera. Vamos a ver algunas tendencias que lo explican:

 Doce tendencias de sector productivo  que expanden  las finanzas y su poder.

             1. Apalancamiento de las empresas industriales: cada vez las inversiones en producción real requieren mayores niveles de capital fijo en las instalaciones. Más tecnología y maquinaria implican que la proporción de capital propio del empresario sea menor y el capital financiero (CF) aporte mayor porcentaje de la inversión. El CF obtiene  así control del poder de decisión en la producción. Llegando al extremo que algunas de las empresas de la gran industria o energía estén controladas por consejeros impuestos por bancos.

 2. Externalización. Las empresas trocean su producción y contratan con empresas satélites más pequeñas.  Las empresas cada vez más fragmentadas son más débiles delante del poder de los sistemas financieros. Si buscamos el último eslabón en la cadena de la fragmentación llegaremos al falso autónomo.

Cuando se compra un bien de producción, las condiciones en que un autónomo o pequeña empresa contratan su crédito con el banco, son realmente peores que si lo contratará directamente la empresa central para la que ese bien va a producir beneficios.  Como ejemplo podemos ver el camionero que ahora es propietario de su medio de producción pero sigue trabajando para la misma empresa central. El poder que tendrá el banco sobre este productor será notablemente mayor. Los productores cada vez más fragmentados serán más vulnerables tanto ante el poder de las empresas centrales como el del sus prestatarios financieros.

 3. Privatizaciones. Desde el inicio del proceso de privatizaciones los agentes que adquieren las acciones de las empresas privatizadas a menudo lo han realizado con financiación bancaria lo cual ha incrementado la entrada del sector financiero en la producción real.

4. Tendencia a  producción en serie y la creciente aplicación de la tecnología.

Además de ser principales fuentes de pérdidas de empleo, convierten las empresas en más eficientes pero con importante presión al alza de la cantidad productiva, esto fomenta la necesidad de la expansión del crédito al consumo para conseguir vender, a plazos, la sobreproducción generada. El endeudamiento creciente de las familias en los países ricos. La  necesidad creciente de las empresas de importantes pólizas de crédito con las que poder hacer frente al mantenimiento de los stocks con demandas fluctuantes ante los tipos de interés. Empresas y familias dependientes del sector financiero.

5. Tendencia a la privatización de las pensiones de los trabajadores. El desvío de recursos de los modelos públicos hacia  los fondos privados de pensiones, provocan que cantidad de recursos generados en la producción y pagados en salarios, vayan a incrementar los activos del sistema bancario y la consiguiente necesidad de generar intereses que incrementen los capitales depositados, además de pagar muy generosamente a los gestores de los fondos. Unos de los grandes fondos de inversión, que recorren el mundo de la especulación diaria, son los de las pensiones de los trabajadores de los países nórdicos, Suiza, Alemania, Japón, entre otros.

6.-Incremento de la expansión geográfica del capital y división internacional del trabajo.

 Grandes flujos de mercancías producidas en países exportadores generaban importantes desequilibrios en las balanzas comerciales, eran saldados con el incremento de las exportaciones de capital hacia los mercados financieros de los países centrales. El caso de China y Alemania son ilustrativos, cómo fabricas del mundo generan valor de producción real para toda economía mundial. Los grandes ingresos obtenidos no son intercambiados por nuevos productos, sino por activos financieros de los que obtendrán futuras rentas financieras: bonos derivados de crédito de los bancos americanos, deuda pública de Estados Unidos e incluso billetes de dólar. 

7.- Crecimiento de la competencia monopolística. Las decisiones de producción y distribución estan concentradas en menos empresas en cada  uno de los sectores. La guerra por la cuota de mercado exige un nivel creciente de inversión que supera la capacidad de los fondos propios de las cada vez más grandes empresas dependiendo en mayor medida de grupos financieros afines o de la creciente atomización de las acciones que son captadas en los mercados financieros, mediante fondos o participaciones directas. Las empresas que dominan los sectores suelen ser trasnacionales, su composición de capital esta muy participada por grandes bancos.

8.-  Desregulación del mercado de trabajo. Precarización e importación de mano de obra más barata generaron mayores beneficios los cuales se depositaban en el sistema financiero mundial. Cuando las empresas ya no consiguen incrementar las tasas rentabilidad dentro de sus propios negocios, pero siguen obteniendo plusvalías, inician un proceso de inversiones en la esfera de lo financiero. Bonos, acciones de bolsa u obligaciones de otros sectores, aparentemente más productivos, aparecen en los balances de las empresas productivas.

9.- Importantes cambios en la gestión empresarial. Tendencia en las grandes empresas a ser dominadas por  una nueva casta social: los altos directivos, gestores que actúan por sus propios objetivos en ocasiones no vinculados a la estabilidad del beneficio a largo plazo de la empresa. Cada vez más poderosos dirigen sus objetivos a rentabilidad a corto plazo, vinculada a sus retribuciones, al valor de la cotización a incrementar el tamaño con crecimientos poco sólidos y con una fuerte vinculación al capital financiero.

 10.- Tendencia general al incremento desmesurado del consumo de productos y energía. Este hecho reaviva la existencia de un  mercado de productos y materias primas con niveles crecientes de volumen y precios. Esto facilita la entrada de intermediarios financieros en las operaciones reales de materias primas y energía.  Compradores y vendedores de empresas reales ya no actúan directamente sino a través de los mercados de opciones y futuros que están bajo el control de los grupos financieros mundiales. La presión sobre los recursos finitos provoca tendencias al alza de los precios. Esto lejos de ser un problema para el mundo de las finanzas se convierte en la utilización de la especulación para incrementar los beneficios en los mercados de opciones y futuros,  materias primas y petróleo.

 11.- Fusiones y adquisiciones de empresas. La tendencia básica en el capitalismo a  la concentración de empresas se ha multiplicado en última etapa. En cada operación de este tipo tiene lugar una concentración de la producción y distribución de dos o más empresas creadoras de valor, aparece también el sector financiero, aportando flujos de liquidez a los compradores.  La cantidad de  deuda y el poder de los fondos que la aportaron  crece. Los grandes bancos de inversión, protagonistas de la crisis de Agosto de 2007 tenían importantes divisiones especializadas en fusiones y adquisiciones.

 12.- Tendencia al crecimiento del trasporte mundial  de mercancías provocada por la previa deslocalización productiva que busca aprovechar las grandes en diferencias en los costes salariales. Los productos se fabrican a miles de kilómetros de donde van a consumirse, aparece así una creciente industria real del trasporte y los grandes centros de logística. La única planificación de estas infraestructuras se ha dejado en manos del mercado. Las grandes inversiones, privadas, que requiere este modelo de producción deslocalizada es terreno abonado para la financiación  de los grandes bancos a los macro proyectos de puertos, gran maquinaria, y construcción de zonas para la distribución. Incluso cuando las obras de infraestructuras se realizan bajo la inversión pública, sus grandes inversiones activan la intervención de los capitales financieros, estos serán retribuidos con valores drenados a la producción real mediante impuestos futuros.

 Consecuencias directas derivadas de estas tendencias.

               Incremento del poder de capital financiero sobre la extracción del excedente, beneficio, que consigue el capital industrial.

               Crecimiento desmesurado del tamaño del capital financiero y los agentes del mismo.

               Deterioro de las condiciones para el trabajo: Si analizamos una a una las doce tendencias que actúan como expansores  de las finanzas podemos observar que además generan disminución de los salarios reales, perdida de derechos laborales, precarización de las condiciones de trabajo, carestía en los productos básicos para la reproducción. A esta primer grupo de efectos se suma la desposesión de riqueza que viene aparejada por el endeudamiento masivo.

 

II Entender el capital ficticio.  La burbuja financiera.

 Si en la primera parte vimos cómo el sistema financiero se nutria de los beneficios que obtenía de la producción y cómo se introducía en ésta para obtener cada vez mayor poder para extraerlos. En esta segunda parte observaremos, muy brevemente, como en la esfera de las finanzas se multiplican los fondos, aparece nuevo capital, se generan nuevos beneficios, se incrementan los productos existentes, aparentemente tiene vida propia.

 Instrumentos financieros que propician la aparición de una burbuja de capital ficticio.

 Todo flujo económico esta referido, en última instancia, a una economía real, que es la única capaz de generar valor para poder  materializar los activos financieros.

 Los derechos sobre ese valor, riqueza actual y la que se creará en el futuro se expresan en forma de “papelitos de derechos de propiedad” que se compran y se venden creando nuevos beneficios aparentes. Cuando estos flujos y derechos anotados en los sistemas financieros no están realmente respaldados por valor y riqueza real los llamaremos Capital Ficticio.

 Si una pequeña parte del capital ficticio, de los derechos, quiere materializarse comprando bienes o servicios reales, podrá hacerlo y se convertirá en bienes reales. Pero cuando grandes volúmenes de este capital quiere materializarse al mismo tiempo, como es ficticio, no encontrará valor, recursos, bienes o servicios producidos en el mundo real. Si la desproporción es de uno a sesenta necesitarán la riqueza y producción existente en cincuenta y nueve nuevos planetas de la galaxia.

 Explicar el proceso de acumulación de la esfera financiera necesita otro artículo más extenso, podemos sólo enumerar unas cuantas ideas generales de cómo se reproduce y multiplica el capital financiero:

            -Creación de dinero bancario por la expansión desmesurada del crédito.

            -Sobrevaloración de los mercados bursátiles.

            -Creación de nuevos instrumentos de ahorro por ejemplo fondos de inversión.

            -Expansión de los mercados especulativos sobre divisas.

            -Múltiples préstamos cruzados entre operadores financieros.

            -Creación de derivados de crédito que ha tenido un crecimiento espectacular.

            -Generación de bonos,

            -Productos estructurados… Activos fuera de balance.

            -Entrada de fondos los fondos soberanos en el escenario financiero.

            -Gestión de los crecientes bonos de deuda pública de los estados.

            -Participación de los agentes financieros en los paraísos fiscales.

            -Y  las múltiples combinaciones de los anteriores.

 

 La llamada nueva ingeniería financiera, se convierte en una nueva superestructura de la economía a la que se destinaban los mejores recursos, desviándolos desde la esfera productiva. Todo esto potenciado por  la liberalización de los movimientos de capital, desregulación de los mercados financieros, falta de control público y deficientes sistemas privados de calificación del riesgo.

La consecuencia es clara: crecimiento de la desproporción entre los derechos anotados sobre el valor y riqueza realmente existente. Una gigantesca estafa puede soportarse temporalmente con algo parecido a un esquema Ponzi (piramidal), resiste mientras  exista la confianza, mientras los últimos que entran vayan aportando ingresos para pagar los beneficios de todos los que hay dentro del sistema. Cuando el flujo de entradas se agota, se produce la quiebra.

 

III  ENTENDER LA EXPANSION DE LA ECONOMIA REAL, GENERADA DESDE EL CAPITAL FICTICIO.

 En los dos apartados anteriores hemos analizado como el crecimiento económico posibilitó una creación de capital ficticio cada vez más desmesurado, creciente liquidez. Este capital esta sometido a la dinámica del sistema: valorización y nueva acumulación. Por lo tanto debe buscar proyectos donde volver a encontrar rentabilidad para los grandes flujos de capital generados. Observaremos ahora una serie de procesos por los que el capital financiero entró en la economía real para valorizarse expandiendo esta, creando riqueza real y empleo, pero, como veremos, con unas bases poco sólidas.

 Algunos de los efectos de los excesos de liquidez sobre el crecimiento de lo real:

1.-Sobrevaloración de algunos activos. En todas las crisis financieras existe un denominador común: los poseedores de capitales ficticios apuestan por la inversión especulativa sobre alguna mercancía que va incrementando su precio a modo de burbuja. En la actual etapa, en algunos de los países centrales el objeto de inversión fueron los activos inmobiliarios. No sirvió de nada la experiencia del desastre de las puntocom, (especulación sobre los valores tecnológicos que se produjo en la década anterior) con su consiguiente crisis sobre el sector, la bolsa y las finanzas.

A medida que este sector conseguía financiación iba incrementado sus precios y  las tendencias especulativas se retroalimentaban. La producción de los bienes reales se incrementaba en base a las señales del mercado sólo basadas en el precio y no en la necesidad, la producción de viviendas empezó a crecer por encima de lo necesario pero esto ocasiona crecimiento en la economía real: más trabajadores fueron empleados, más empresas generaron beneficios, el exceso de liquidez existente no tenía problemas para financiar a las constructoras, a las inmobiliarias y a las hipotecas de los compradores.

             2.- Efecto riqueza y aumento del consumo. Los propietarios de fondos de inversión, accionistas de bolsa y los receptores de los beneficios de las empresas, veían cómo sus activos financieros no paraban de crecer en durante esa época, por lo que tomaban decisiones sobre el consumo basadas en capital ficticio pero el resultado era gastar más, esto ha generado crecimiento de la economía real, más empleo, etc.

             3.- Mayor capacidad de crédito al consumo, Los excesos de liquidez en el sistema propiciaron el endeudamiento fácil de las familias y empresas. Las condiciones para dar créditos al consumo se facilitaron  llegándose a dar préstamos a agentes que nunca podrían devolverlos. En términos de producción incrementaron las compras reales.

            4.-Financiación de proyectos empresariales reales pero de mayor riesgo.  Fondos de capital riesgo financiaron proyectos de empresas que no se hubiese llevado a cabo sin la existencia de la gran liquidez existente. Por ejemplo aparecieron compañías de aviación que desaparecerían con las primeras restricciones de crédito al inicio de la crisis.

            5.- Tendencia a forzar el consumo de países de la periferia. Abrir mercados para expandir el capital y dar salida a las necesidades de invertir los cada vez mayores flujos de capitales. Consecuencias: Proletarización mundial, desarrollo y expansión de las relaciones de producción capitalistas

             6.- Desvío de fondos hacia los proyectos que obtengan beneficios a muy corto plazo. Descuidando proyectos empresariales más estables a largo plazo, el capital financiero que entra en la empresa real necesita obtener beneficios rápidos, Despreciando la estabilidad  ya que la propiedad puede ser por periodos de tiempo reducido. Caso de las empresas depredadoras.

             7.- Explotación acelerada de los recursos naturales. Fondos de inversión que invierten en construcción de pistas de esquí o ciudades de vacaciones sin que tenga ninguna importancia su impacto sobre el medio. Es el ejemplo de algunos hoteles de nuestras costas, construidos con capitales de fondos de inversión internacional altamente líquidos que creían que el boom turístico generaría rápidos beneficios.

 Aunque de manera poco sólida y con poca estabilidad futura, las grandes entradas de los capitales excedentes cuando se invierten en la producción real, generan valor, riqueza y empleo. Cabe decir que a nivel laboral las condiciones de los empleos no mejoraron en esta fase, bien al contrario la precariedad aumenta con la mayor atomización de la producción y otras múltiples estrategias empresariales.

 Lejos de ser tendencia equilibradora de las grandes desproporciones, antes explicadas, la nueva expansión de la producción provoca nuevos efectos multiplicadores para el capital financiero, más créditos a las nuevas constructoras, más hipotecas para los nuevos trabajadores, mayor nivel de consumo y nuevos efectos multiplicares en la esfera de los productos de la ingeniaría financiera.

 IV ENTENDER EL DERRUMBE DEL SISTEMA FINANCERO.

El CF se fue multiplicando de una manera ficticia ya que se alejaba de la riqueza real  de la cual representaba ser depositario. Llegamos a 2007 con una economía mundial altamente financiera con unas masas de capital ficticio nunca antes vistas en la historia económica y con una economía real cada vez menos sólida.

 La propia dinámica del sistema necesita siempre aumentar los beneficios del capital productivo forzando los salarios a la baja. Su propia contradicción provocó que, en la época de mayor auge de la economía, los salarios reales estuvieran cayendo, el endeudamiento de los consumidores creciera y la capacidad de compra fuera disminuyendo.  El encarecimiento de los productos básicos, del trasporte y de la vivienda dificultaron el consumo y la devolución de los grandes prestamos de las familias se hacia cada vez más difícil.

 El consumo en la economía real empezó a no crecer, los activos inmobiliarios llegaron a sus máximos precios, las rentas de la economía real hacia el sector financiero moderan su crecimiento, se inician impagos en los préstamos hacia el sector financiero.

 Todos los efectos de crecimiento, tendencias expansivas, multiplicadores ficticios se detienen y muy a corto plazo todo el castillo de naipes construido por la ingeniaría financiera, se viene abajo.

Los millones de bonos de capital ficticio creados por el sistema financiero, sobre todo los bancos americanos, vuelven a su valor: nada. Esto provoca el hundimiento del sistema.

En Agosto de 2007 el CF se desploma en todos los mercados del mundo.

 

 V EL COLAPSO DE LO REAL.

Los efectos sobre la producción real son los contrarios a los expuestos en los apartados anteriores, pero con una magnitud y velocidad terrible:

 -Desaparece el crédito en los bancos tanto al consumo como a la producción.

-Los precios de los activos sobrevalorados caen.

-La bolsa y los fondos corrigen sus cotizaciones muy a la baja.

-Las expectativas caen y se inicia una destrucción de empleo sin precedentes.

-Las empresas creadas al hilo del capital especulativo desaparecen.

-De los excesos de la sobreproducción se tiende ahora al cierre fábricas.

-El sentimiento de falsa riqueza desaparece y cae el consumo y la producción.

-Aparece la desconfianza, crece el ahorro, cae el consumo y la inversión.

 ¿Qué hace el capitalismo?: Salvar su sistema, o al menos el núcleo importante del mismo, intentado, primero con capitales ficticios (inyecciones de liquidez)  y después ante el fracaso de las medidas, se tomaran recursos de la economía real (de los presupuestos de los estados) para  rescatar el sistema de bancos.

El valor de la producción saldrá mediante impuestos, cada vez más regresivos, para pagar el mayor rescate de la historia.

 Los diagnósticos que observamos en los medios de comunicación, los que realizan los poderes económicos y políticos sobre las causas de la crisis están centrados en la esfera de lo financiero. Ahora se pretende regularla para evitar los “excesos de avaricia” de los gestores de los bancos que han causado tamaño colapso.

 Las causas radicales que nosotros denunciamos están centradas en la economía real: tendencia decreciente de la tasa de ganancia, importante nivel de sobreproducción derivado del exceso de liquidez que provoco el CF sobredimensionado, creciente desigualdad en la distribución de la renta, fuerte tendencia al subconsumo de las clases populares que obtenían recortes importantes en los salarios reales mientras crecían los beneficios y flujos hacia el CF.

En plena era del rescate no ha importado abandonar el paradigma neoliberal. Este fue sólo un modelo en la superestructura ideológica  para mantener el sistema, como en su momento fue el keynesiano que lo salvo en los 30. Hoy se pretende salvar la crisis recurrente mediante la financiación moderadamente regulada, las intervenciones públicas de rescate, la participación de los países emergentes. Se pretende cambiarlo todo para que el núcleo del capitalismo, la explotación y acumulación, siga intacto:

 “Reconocemos que estas reformas únicamente tendrán el éxito si están firmemente fundamentadas sobre un firme compromiso con los principios del libre mercado, incluyendo el imperio de la ley, el respeto por la propiedad privada, el comercio y las inversiones libres en los mercados competitivos y se apoyan sobre unos sistemas financieros eficientes y eficazmente regulados. Estos principios son esenciales para el crecimiento económico y la prosperidad, habiendo ya liberado a millones de personas de la pobreza y elevado sustancialmente el nivel de vida a escala global. Reconociendo la necesidad de mejorar la regulación del sector financiero, deberemos, sin embargo, evitar un exceso de regulación que podría obstaculizar el crecimiento económico y exacerbar la contracción de los flujos de capital, incluyendo a los países en desarrollo”.  Artículo 12 del acta de la cumbre mundial para la “refundación”:

 

 No debemos confundir la crisis en el CF con la crisis del capitalismo, que no ha llegado.

La respuesta desde los explotados no puede ir hacia lo financiero, que pertenece a  la esfera de los fenómenos sino, como siempre, a combatir el núcleo, la base: la producción y las mil nuevas maneras de explotación que siguen apareciendo. Entender el capitalismo acabará con la desorientación de las luchas. Los “nuevos escenarios políticos que se abren con la crisis” sólo serán trasformadores si entendemos en profundidad aquello que se pretende trasformar. Esta es la oportunidad para que los movimientos sociales y las organizaciones trasformadoras sean eficaces.

 Es necesario refundar la trasformación, recuperar lo radical y adaptarlo al futuro y, mientras tanto, no ceder en derechos. Los derechos históricamente adquiridos por la lucha son los primeros objetivos de los defensores del sistema cuando las aguas revueltas de las crisis generan confusión social.

 Los varios billones de dólares y euros se extraerán de la esfera de la producción en todo el mundo para ser entregados al sistema financiero a fin que pueda sanear sus desproporciones. Las consecuencias en  los presupuestos públicos tendrán impactos sociales durante muchos años. Se intentará todo lo necesario para volver a poner en pie un sistema que durante su época de  mayor crecimiento generó las mayores desigualdades conocidas y destruyó los recursos naturales del planeta como ninguna otra civilización lo había hecho antes.

  Las elites del poder están experimentando, sin éxito, crear modelos de rescate, si estos fallan, el sistema tiene un piloto automático de protección, salva siempre al capitalismo en última instancia. Sus vientos ya recorren el mundo.