A un año de la manifestación del 15 de mayo, entendemos que resulta necesario acometer, ahora sí, una reflexión pausada sobre lo que ha supuesto el movimiento surgido entonces.
Parece indudable que el 15M ha aportado energía y luz en un panorama lastrado por elementos que lo hacían viejo: demasiado a menudo nos encontrábamos con un repertorio de acción colectiva obsoleto, un discurso demasiado apegado a realidades cada vez menos presentes (defensa del trabajo, ¿qué trabajo?) o poco conscientes de la necesidad de introducir en cualquier discurso antagonista elementos teóricos y prácticos en relación con la imprescindible apuesta por el decrecimiento, la crisis ecológica, el reparto del trabajo y de la riqueza o las perspectiva feminista e internacionalista.
La represión, por desgracia, no ha permanecido ajena a esta ola de movilizaciones y encuentros. Tan sólo en Madrid el saldo represivo de un año de existencia es demoledor: 132 detenidos, con una media de petición de prisión de 2 años por persona (lo que sumaría un total 264 años de cárcel) y una estimación de unas 1150  personas sancionadas (lo que a una media de 300 euros de multa por sanción supondrá 345000 euros de recaudación).
El acercamiento de este dossier del Libre Pensamiento al movimiento se inicia con un texto de Tomás Ibáñez que se interroga, entre otras cosas, por la latencia de la energía que brota en las inesperadas revueltas o por la forma y potencia de las nuevas expresiones revolucionarias que tendrán lugar en próximas décadas.
Por su parte, el artículo de José Candón nos introduce en la breve pero intensa historia del movimiento 15M en un recorrido por las movilizaciones masivas protagonizadas por el mismo. Desde el 15 de mayo de 2011 hasta las manifestaciones y actos del aniversario, han sido decenas las acciones convocadas a nivel estatal, y centenares las movilizaciones protagonizadas por las asambleas de barrios y pueblos.
En su propuesta titulada “15M: rebeldías en movimiento” Angel Calle y José Candón se interrogan, entre otras cuestiones, por las naturalezas del 15m, el papel de la tecnología, la dimensión internacional del movimiento o la presencia el seno del mismo de problemáticas concretas como la laboral.
La aportación de Raimundo Viejo se interroga sobre la naturaleza del movimiento y analiza lo que entiende como “programática” del mismo, esto es, un conjunto de diagnósticos compartidos y soluciones experimentables, así como las instituciones que los hacen posible, orientados a instaurar el régimen político del común.
Dioni Cortés y Paloma Monleón abordan en su contribución al dossier los territorios concretos de acción del 15M apuntando como elemento coaligador de las sinergias imprescindibles el territorio de los afectos, y, en concreto, de lo que denominan “alegría indignada”
En “Pensar el 15M y otros textos”, Francisco Marcellán revisa parte de la abundante producción bibliográfica que existe ya sobre el movimiento.
Para terminar, hemos recogido los testimonios directos de varias personas que participan de modo activo en diversas asambleas de barrios y pueblos  mediante entrevistas a jóvenes, activistas de otras organizaciones, participantes en la marcha a Bruselas, antiguos militantes o miembros de la asamblea popular de un núcleo rural.
Esperamos que esta reflexión colectiva sobre lo que ha supuesto el movimiento 15M despierte vuestro interés y nos anime a seguir luchando. Porque como dice la canción, “Quasevol nit pot sortir el sol”