La cooperativa integral catalana: un camino para avanzar hacia una transformación social autogestionaria.
Economía,
Enric Durán, Impulsor y miembro de la Cooperativa Integral Catalana
Las cooperativas integrales consisten en un proceso para transitar de la actual dependencia de las estructuras del sistema hacia un escenario de libertad de consciencia plena, libre de autoridad y donde todos y todas nos podamos desarrollar en plenitud e igualdad de derechos y posibilidades. Pretenden subvertir la salvaje realidad que padecemos como sociedad y como parte implicada del sistema de dominación capitalista, gestionado por unos pocos y apoyado y mantenido por el aparato estatal, que es quien asegura la continuidad del modelo. Las cooperativas integrales son por tanto una herramienta para construir contrapoder, contrapoder desde la base, partiendo de la autogestión, la auto organización y la democracia asamblearia y directa.
Es una propuesta constructiva de desobediencia y autogestión generalizada para reconstruir la sociedad desde abajo (en todos sus ámbitos y de manera integral), recuperando las relaciones humanas y afectivas, de proximidad y basadas en la confianza.
Entrando en la construcción de la autogestión, daré algunas claves para entender y construir un sistema económico integral en transición, capaz de interaccionar con la realidad de la economía capitalista, con el objetivo de ayudarnos a abandonarla paso a paso. Las siguientes formas de economía están planteadas de lo más pequeño a lo más grande; de lo más apartado del sistema actual, a lo más colindante.
El arte de compartir o la economía comunitaria
Consiste en poner en común un recurso para el disfrute de un colectivo de personas que interaccionan sin contabilizar el flujo de intercambios. Funciona bajo reciprocidad espontánea, relaciones de afinidad, apoyo mutuo y altos niveles de confianza, sin esperar una compensación a cambio de aquello que se comparte.
El trueque.
Es la acción no-monetaria de intercambio de bienes, servicios y conocimientos, un acuerdo verbal directo entre el ofertante y el demandante que satisface las pretensiones subjetivas de ambas partes en lo referente a la equidad del intercambio.
El trueque multirecíproco. Las monedas libres
Las monedas libres, sociales o locales son una herramienta para ir más allá de los intercambios directos, facilitando los intercambios multirecíprocos y estableciendo un valor a los bienes, servicios y conocimientos que se intercambian. Son además una pieza clave para relocalizar la economía, fomentando las relaciones humanas y económicas de proximidad a nivel local y bioregional, generando un mercado social abierto solo a actividades que incorporen una serie de criterios, éticos, ecológicos y sociales, y permitiendo que todas las personas puedan interaccionar de forma equitativa y sin intermediarios.
Las monedas libres son una oportunidad para restar hegemonía a la economía capitalista, sustituyendo progresivamente euros por moneda social, donde se garantiza la abundancia, poniendo cada individuo sus habilidades y conocimientos al servicio de la comunidad, siendo participe de la generación de recursos para cubrir las necesidades básicas colectivas.
Una red de intercambio puede ser promovida por una pequeña masa crítica que se asocia a nivel local (30-40 personas sería suficiente) para impulsar la construcción de un marco de relaciones económicas basado en la confianza y en la proximidad, sobre rango de acción geográfico bioregional. Estas redes son autogobernadas por la asamblea, que garantiza el control democrático de la economía, estableciendo unas bases mínimas de entendimiento para facilitar la acción económica de proximidad. Cada red genera su propia moneda y sus propias bases de funcionamiento consensuadas en asamblea, lo cual no es obstáculo para asegurar la interrelación económica entre diferentes monedas sociales bioregionales (próximas o distantes entre sí).
Como herramienta de transición y su inevitable convivencia con la economía capitalista, debemos promover un sistema mixto en el que se complementen el sistema LETS y el cambio de moneda. El sistema LETS (Local Exchange Trading System) define unas pautas para promover las redes de intercambio local, donde no existen los intereses sobre los intercambios, la moneda se genera cuando se produce un intercambio (el ofertante suma un saldo positivo equivalente al valor del intercambio y el demandante resta un saldo negativo), permitiendo el saldo negativo según acuerde la red.
En cuanto al cambio de moneda, se permite cambiar moneda oficial (Euro) por moneda libre, pero nunca al revés, ya que el camino emprendido, como ya se ha comentado, es el de restar hegemonía a la economía capitalista.
Además hablamos de la necesaria transparencia que requiere esta nueva forma de entender la economía que se basa en la confianza. Para ello, se utilizan los sistemas virtuales de gestión de redes de intercambio, que no son más que aplicaciones informáticas (similares a las aplicaciones que utilizamos con las entidades bancarias convencionales para la gestión de nuestras cuentas y saldos), conectadas a internet y que sirven para el registro de los intercambios. Los sistemas que tienen como único soporte de intercambio el papel-moneda, son frágiles en esencia, ya que además del peligro de las falsificaciones y el coste de la impresión de los billetes, no permiten saber las fluctuaciones que se dan en el sistema, debido a que no sabemos la cantidad de dinero con el que cuenta cada persona.
El CES (Community Exchange System) es un sistema gestor de moneda social (software online), con más de 10 años de historia, impulsado desde Sudáfrica y que cuenta con miles de usuarios y más de 350 redes de intercambio repartidas por todo el mundo. La Cooperativa Integral Catalana y las 19 redes de intercambio bioregionales (Ecoxarxes) existentes hasta la fecha en Catalunya, son actuales usuarias e impulsoras del CES. Sin embargo, y a pesar de su potencial, este software tiene algunas carencias que limita su expansión y uso, por lo que ya se trabaja en una versión más intuitiva y ágil que será la siguiente versión del CES: el Integral-CES.
La relación transitoria con la economía capitalista
Construir una economía contra hegemónica es un deber inexcusable si queremos expulsar la economía capitalista de nuestras vidas. Es evidente que para muchos de los proyectos de transición necesitaremos inyecciones de euros para ponerlos en marcha. Hacer uso de los recursos económicos capitalistas de carácter legal (salarios, paro, herencias, becas) puede no ser suficiente, y allí entrará el papel de acciones de desobediencia económica (insumisión fiscal, no pago de deudas y multas, expropiaciones, etc…) para encaminarlos a generar redes de autosuficiencia y proyectos autogestionados, que ya no requieran de la interrelación con la economía capitalista para asegurar su subsistencia. Esta es una cuestión sobre la que tenemos que definir nuestra propia estrategia en cada proceso.
Otra de las líneas de trabajo de la cooperativa, la cual la diferencia de otras propuestas de transición, es la práctica de la desobediencia económica ante las estructuras del Estado (impuestos, seguridad social, etc…), como uno de sus ejes básicos de acción cotidiana. Entendemos que no es coherente, ni viable, seguir colaborando económicamente con un sistema que repudiamos mientras estamos construyendo uno nuevo que necesita un sinfín de recursos para llegar a ser una realidad consolidada. Por ello, la desobediencia económica tiene un papel estratégico dado que amplía las posibilidades de financiación del proceso de la cooperativa integral.
Por ello, al calor de la línea de acción desobediente, estamos impulsando la construcción de un nuevo modelo productivo que a su vez ha hecho posible el nacimiento de un emergente sistema público cooperativo y está consolidando la estructura operativa de la propia cooperativa integral.
Con el sistema público cooperativo, la Cooperativa Integral Catalana demuestra que organizándonos de manera colectiva y cooperativa podemos generar iniciativas que tengan como objetivo cubrir las necesidades de todos y todas, para recuperar lo público como bien colectivo, ni Estatal ni privado, sino como forma natural de gestión emanada de la cooperación entre humanos. Podemos determinar estas necesidades como la alimentación, la educación, la salud, la vivienda, el transporte o la energía. Por todo ello necesitamos promover la colectivización de bienes, terrenos, viviendas o inmuebles, y por otro, recuperar la salud y la educación pública, al margen del poder hegemónico que establezca el Estado y el capital.
Entendemos, por tanto, la salud y la educación como derecho y bien público, que debe garantizarse de manera comunitaria, generando espacios de aprendizaje colectivo donde el conocimiento pueda ser compartido de manera libre.
En este marco, compartir significa poner en común, sin esperar una compensación a cambio, recursos materiales e inmateriales que no son contabilizados como flujos de intercambio; ello se va haciendo posible mediante la reciprocidad espontánea, las relaciones de afinidad, el apoyo mutuo y fuertes lazos de confianza.
También sería parte del sistema público cooperativo, el modelo mutualista mancomunado, el cual desde este próximo mes de febrero se va a aplicar para poner en marcha el sistema de salud pública cooperativista. Es un sistema de financiación del sistema público consistente en unas aportaciones económicas que en lugar de ser iguales para todos como sería el caso de un servicio comercial, se prorratean en función de dos componentes de equidad social, que son los ingresos de la unidad familiar y el número de miembros que la conforman. Según la tabla que se ha aprobado, habrá muchos casos en los que no corresponda ningún pago monetario por ser parte del sistema de salud pública cooperativista, sino simplemente una participación en horas de colaboración que podrá tener carácter esporádico.
[RECUADRO]
AureaSocial, es el referente actual para la creación del sistema público cooperativo y a su vez, el primer ejemplo de compra cooperativa mediante el modelo del fondo de colectivizaciones, que se está impulsando con CASX, la cooperativa financiera sin intereses, y que funciona mediante la adquisición de títulos de colectivización.
En este fondo y como es el caso de CASX, los inmuebles que sean elegidos tendrán que ser un bien común, es decir deberán ser espacios abiertos y de uso compartido por toda la comunidad que funcionen de manera asamblearia.
Siguiendo el principio de “cada uno según sus posibilidades”, todas las actividades que realizamos en AureaSocial son de carácter comunitario, libre y abierto, de modo que la participación en ellas no está limitada ni restringida, por causas económicas.
AureaSocial será la sede el primer Centro de autogestión primaria de salud (CAPS), con el que contará el sistema de salud pública cooperativista, a partir de este mes de febrero del 2013.
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Tras el inicio de la Cooperativa Integral Catalana, en mayo del 2010, y después de la eclosión del 15-M al año siguiente; desde septiembre 2011, estamos asistiendo al inicio de múltiples procesos embrionarios de cooperativas integrales en diversos territorios próximos, como son la cooperativa integral valenciana, madrileña, riojana, aragonesa, granadina, asturiana, galega, y también Auzolan, un proceso similar en euskalherria.
La cuestión estratégica es esencial para poder asegurar el resurgimiento de una movilización como ha sido la del 15-M pero que pueda tener una fuerza que perdure en el tiempo.
Cuando reflexionamos sobre las estrategias de acción para transformar la sociedad en el ámbito político, a menudo vemos que se llega a un callejón sin salida, al darnos cuenta que ninguna de las propuestas nos parece suficientemente aplicable, ya que las movilizaciones ante los grandes temas de la agenda política actual, por más mayoritario que sea su apoyo, siempre se encuentran ante sí, con la cuestión del poder. Es decir, las decisiones las acaban tomando igualmente los mismos, porque tienen el poder de hacerlo, por más minoritario que sea su apoyo en ese momento.
Ese poder emana de distintas fuentes: el control de las grandes empresas, el control del dinero, el control de los medios de comunicación masivos, el control de la violencia mediante la policía y el ejército….
Así pues, cuentan entre otros, con los bancos, los lobbies y las instituciones internacionales, para dirigir las políticas públicas, de modo que las reformas (o las movilizaciones de autodefensa) planteadas en muchos ámbitos como la economía, la ecología, la educación y la salud, son casi inalcanzables si no transformamos previamente al propio sistema político o generamos un contrapoder popular desde el que construir una nueva soberanía popular.
Sigue vivo el debate en muchos espacios sobre qué estrategia seguir para reforzar el movimiento social ante lo que se avecina. Muchas de las propuestas, basadas en la reivindicación para conseguir reformas que den base legal a un sistema basado en una democracia directa y participativa, son incapaces de responder a la pregunta: ¿Que haremos nosotros si el poder no acepta nuestras reivindicaciones (la opción siempre más probable…)?
¿Qué ocurriría si un proceso político empezara a actuar en beneficio de la población? Entonces, quizá para que el cambio social fuera real y de largo alcance, habría que generar experiencia organizativa, en gestión económica, en políticas de educación, de salud, de vivienda, del pueblo para el pueblo…Pero ¿vamos a esperar al día siguiente de la revolución para aprender todo ello, o vamos a generar una experiencia de construcción de sociedad que sea válida para cualquier situación que se pueda dar en el incierto futuro que se nos presenta?
Para muchas de las preguntas presentes en los debates de los movimientos sociales, las cooperativas integrales aportan a las discusiones una de las pocas respuestas vivas, que se van ganando un lugar en el imaginario colectivo; de ahí seguramente la multiplicación de iniciativas de cooperativas integrales, que tras la referencia de la Cooperativa integral Catalana, se han ido generando desde personas y grupos en buena parte vinculados al 15-M y a los procesos auto organizados en los pueblos y barrios a lo largo del territorio ibérico.
La autogestión aplicada a nivel político tiene mucho que ver con lo que se vivió con la generación de reuniones en las plazas y la constitución de asambleas populares; pero a aquello le faltaría una visión estratégica, una especie de plan, que permitiera imaginar, paso por paso, todo lo que es necesario hacer para el desarrollo exitoso de una asamblea popular, y más allá de ella de un sistema de organización basado en asambleas populares.
Esta estrategia del autogobierno consistiría en dedicarnos desde el movimiento organizado a ir creando y ampliando mecanismos de participación directa: presenciales como asambleas y consultas populares, y al mismo tiempo ir asumiendo la capacidad de contrapoder suficiente para hacer que sean vinculantes como lo son ya por ejemplo en muchos casos las decisiones/acciones de detener los desahucios.
Cuando hablamos de construir un nuevo sistema desde la autogestión, es importante reseñar que el objetivo debe ser el de cubrir las necesidades básicas de todos y todas nosotras, mediante la acción colectiva. Algunas de estas necesidades básicas serían la alimentación, la educación, la salud, la vivienda, el transporte y la energía por citar quizá las más relevantes. Por tanto una labor de la cooperativa integral, a la que sería importante que cada vez más grupos se sumaran, consiste en recuperar lo público, entendido lo público como bien colectivo, no estatal ni privado, forma originaria de gestión emanada de la cooperación entre humanos.
No podemos seguir defendiendo mantener lo público estatal a cualquier precio, porque estos servicios, deben de existir para cubrir el bien que se espera de ellos, y cuando su aplicación resulta contraproducente para el objetivo que se pretendía, como es el momento actual (la sanidad, mata; la educación, nos hace esclavos), necesitamos cambiar nuestro prisma de visión y recuperarlos en un formato que realmente revierta en beneficio de las personas.
Una línea de trabajo clave es promover la salud, la educación pública y el derecho a la vivienda, como servicios autogestionados al margen del monopolio doctrinario establecido por el Estado y el mercado capitalista; otra línea de acción transversal a todos los proyectos autogestionados, es la de promover la colectivización de bienes, terrenos y viviendas.
Puede parecer utópico pero se trata de una realidad en construcción que está creciendo a buen ritmo. Para que las cooperativas integrales puedan consolidarse y responder cada vez a mayores retos, lo que se necesita es que cada vez más personas comprometidas con el cambio social, participen de ellas y sean capaces de dedicar energías y generar confianza en un proceso que a diferencia de muchas otras cosas, depende sobretodo de nosotros mismos.
Y el de las cooperativas integrales no es el único camino, ni mucho menos, para transformar la sociedad desde abajo. Como los zapatistas, diversos movimientos populares están demostrando con su práctica y compromiso diario, que se pueden abordar desde un mismo modelo organizativo todas las vertientes del cambio sistémico. A esta forma de transformación de la realidad la hemos llamado revolución integral. Es por ello que se ha iniciado la convocatoria internacional para constituir un bloque por la revolución integral, podéis encontrar más información de ésta en el cuadro adjunto.
CONVOCATORIA REVOLUCIÓN INTEGRAL
(Se trata de un borrador que podría no corresponder en algunos aspectos a la versión definitiva)
¿Qué proponemos?
Un encuentro internacional para fundar el Bloque por la Revolución Integral www.integrarevolucio.net
Objetivos del encuentro
– Ratificar el manifiesto y las bases comunes.
– Conocer y compartir experiencias y estrategias
– Constituir el Bloque
– Aprobar los mínimos de funcionamiento.
– Disolver el grupo promotor y sustituirlo por el funcionamiento acordado
¿Cuándo la haremos?
El encuentro no tiene una fecha definida. Proponemos realizarla cuando estén interesadas en participar un amplio y diverso conjunto de colectivos que vengan de varios territorios, se convocará con 3-6 meses de antelación.
¿Qué entendemos por revolución integral?
Revolución: transformación radical de las estructuras y valores que fundamentan una sociedad.
Integral: que comprende todos los elementos que puede tener para ser completo.
Revolución Integral: proceso de significación histórica para la construcción de una nueva sociedad autogestionaria y autónoma, y para abolir las formas de dominación vigentes (El estado, el capitalismo y todas las que afectan a las relaciones humanas y con la naturaleza).
Implica una acción consciente, personal y colectiva, por la mejora y la recuperación de las cualidades y los valores de los seres humanos, que permitan este proceso de cambio y nos capaciten para una vida en común.
Al mismo tiempo la construcción de nuevas formas y estructuras organizativas en todos los ámbitos de la vida, que garanticen la igualdad de decisión y la equidad para cubrir las necesidades vitales.
Objetivos del bloque
· Aumentar la conciencia en torno a las problemáticas del sistema vigente, de la crisis de valores y cualidades humanas y de su posible superación.
· Construir una identidad colectiva, un contrapoder, que pueda difundir, promover y avanzar de forma clara y con más incidencia que actualmente los planteamientos altersistémicos en torno a la revolución integral.
– Conocer y visibilizar la existencia de determinados procesos de construcción social que comparten el espacio ideológico de la revolución integral, para inspirar así la generación de nuevos procesos similares.
· Trabajar bajo un marco común de impugnación de la dominación y de construcción de una nueva sociedad. Crear sinergias, debatir, compartir tácticas, recursos y planes de acción entre los sectores que compartimos este marco común.
Bases propuestas para el bloque de la revolución integral
El principio básico es la lucha contra toda forma de dominación y la construcción de una nueva sociedad donde acabe aboliendo la dominación a través de una revolución integral
Esto lo concretamos con los siguientes puntos, que exponemos esquemáticamente y que habrá que trabajar e ir al elaborando para la redacción del manifiesto fundacional del bloque:
1) Unas relaciones humanas equitativas basadas en la libertad
– Impugnación de las formas de dominación ya sea por sexos, etnias, culturas, clases, …
– Apoyo mutuo, afecto, confianza, fraternidad y respeto hacia el resto de seres humanos
– Revertir la degradación del ser humano hoy en día en la mayoría de lugares, fomentada conscientemente por las élites dominantes del sistema actual.
– La necesidad de escucha, debate, reflexión y mejora, así como de autocrítica y crítica positiva para alcanzarla.
2) Auto organización y asambleas populares soberanas
– La asamblea como forma legítima de organización de cualquier comunidad, colectivo,
-Asambleas populares soberanas. El pueblo como unidad soberana.
· Autodeterminación de los pueblos y libertad de adhesión de las comunidades humanas.
– Construir en la diferencia, igualdad de voz y voto para toda la ciudadanía (todas las personas que viven en un área geográfica)
-Del ámbito local, ámbitos geográficos mayores, decidiendo a nivel local todo lo que pueda decidirse a este nivel (principio de subsidiariedad) y voluntad de coordinarse a diferentes niveles territoriales (confederación, fractalidad…)
-Convivencia en transición de diferentes formas de organizarse (proceso de auto organización emergente por un lado y el poder estatal por la otra).
– Y por lo tanto, impugnación del Estado como forma de dominación.
3) Lo común, lo público
a) Recuperación y construcción de la propiedad en control y posesión del pueblo (propiedad comunal o demótica).
-Bienes públicos gestionados y poseídos por la comunidad
-Impugnación de la propiedad privada como forma de acumulación, dominación o explotación.
– Aceptación de derechos y propiedades sólo si están vinculadas al uso.
b) Construir sistema público de carácter autogestionario basado en el apoyo mutuo
-Lo público: educación, salud, vivienda, energía,
– Rechazo al Estado de bienestar como forma de asistencialismo
c) Conocimientos y bienes inmateriales
-Rechazo a las patentes, derechos de autor (copyright),
4) Por una nueva economía basada en la cooperación y las relaciones de proximidad.
– Impugnar el capitalismo como mecanismo de producción y mercado basado en la ley del más fuerte y en el crecimiento perpetuo.
– Impugnar el sistema financiero actual, dominado por los bancos centrales y la banca privada y rechazo de los intereses sobre el dinero.
– Nos guiamos por la máxima: de cada cual según sus posibilidades a cada uno según sus necesidades.
– Apostamos por la cooperación – no competencia – como base de las relaciones económicas entre iguales y entre varios.
– Promocionamos intensamente el cooperativismo en el trabajo y en el consumo. Estamos por la erradicación del trabajo asalariado y en general de la explotación laboral.
– Monedas sociales, canje directo, economía del don y economía comunitaria, como herramientas de acción práctica para un nuevo sistema económico.
– Economía tan local como sea posible y sin intermediarios. Relaciones equitativas entre productores y consumidores.
-Sistema financiero público-comunitario y sin intereses,
5) Cooperar con la vida y con toda la naturaleza.
– Aplicamos los principios de cooperación, conservación y respeto, a nuestra relación con la naturaleza, de la que formamos parte, asegurando la buena convivencia con el resto de seres vivos.
– El funcionamiento social que se propone, basado en la soberanía popular local, permite y fomenta la cooperación con la naturaleza.
– Hay que tener en cuenta los ciclos de la naturaleza, para asegurar la sostenibilidad de la actividad humana, es decir, que sea perdurable en el tiempo, de generación en generación.
– Impugnar los valores y las dinámicas del sistema actual que aniquilan y ponen en peligro muchas formas de vida, también la nuestra, y que a la vez agotan los recursos no renovables.
6) Estrategia de transición: ¿cómo lo podemos hacer?
– Coherencia entre medios y fines: El proceso de revolución integral es una transición entre el sistema vigente y una nueva sociedad y humanidad. El camino para ir de un lugar a otro es aprendizaje e imagen de donde vamos, por tanto es necesario que los medios para realizar esta transformación estén en concordancia con los fines que anhelamos.
– Construcción dialéctica entre estructuras y valores: El cambio de valores es necesario para cambiar las estructuras, pero para realizar un cambio de valores profundo y amplio es necesario nuevas estructuras que les fomenten y permitan práctica, por lo tanto el cambio entre valores y estructuras se retroalimenta y debe ser paralelo.
– En coherencia a donde queremos llegar, es necesario que la transición la realizamos en base a grupos locales, apostando por la descentralización y la acción local, pero con miras y pensamiento global. Ésta, si avanza paralelamente en varios territorios y regiones será mucho más robusta e imparable.
– Estamos para minimizar la violencia sobre los seres humanos, maximizar el respeto por la libertad y la vida de las personas, adecuando nuestras acciones en cada contexto a partir de esta máxima.
– Para poder realizar esta transición, sacando el máximo de recursos, trabajo y legitimidad del sistema vigente y dedicarlos a la nueva sociedad en construcción, encontramos totalmente legitima y necesaria la desobediencia integral. Pensamos que hay que usarla en cada contexto de tal forma que maximice nuestra acción transformadora.