Réfractions: una revista singular
Anarquismo y anarcosindicalismo, Cultura, Debates, Internacional,
Annick Stevens, Miembro del colectivo editor de la revista
La revista Réfractions propone desde hace 15 años una reflexión sobre la situación social, política y cultural, y sobre la manera en que las teorías y las prácticas anarquistas podrían influir en la misma. Las diversas tendencias que coexisten en el colectivo de redacción se reflejan en los análisis, ya que estos integran y tratan de articular entre sí diversos puntos de vista y hasta posiciones antagonistas, sin exclusiones ni síntesis forzadas. El doble desafío que la revista afronta desde su inicio consiste en difundir las ideas anarquistas más allá del círculo de los lectores militantes y poner las investigaciones de tipo teórico en relación con las luchas y las realizaciones de la vida cotidiana.
Al inicio de los años noventa se hacía sentir en los países francófonos la necesidad de crear una revista de teoría anarquista que no fuese el órgano de una asociación o de una tendencia particular del movimiento. Algunos universitarios se interesaban por primera vez a esta corriente política, haciendo de la tradición anarquista un objeto de estudio para historiadores, filósofos o politólogos, y un dialogo entre militantes y académicos parecía poder desarrollarse. Sin embargo, el grupo fundador no quería dedicarse al estudio del pasado, sino actualizar los principios y las propuestas sociales del movimiento a fin de apoyar un renacimiento tanto teórico como práctico. La exigencia de un elevado nivel intelectual fue asumida desde el inicio, aunque siempre se puso en tensión con la exigencia igualmente importante de ponerse al alcance de cada persona comprometida, de cada individuo o miembro de un grupo militante que estuviese interesado por sus aportaciones de reflexión y análisis.
El grupo fundador estaba compuesto por una docena de compañeros y compañeras que ya habían participado en diferentes movimientos y publicaciones anarquistas, sea de orientación pacifista o sindicalista o individualista, y de los cuales una buena parte tenía una formación universitaria y ejercía una profesión intelectual, de tal modo que los que no tenían estas características no perdieron ocasión de recordar con regularidad la obligación de escribir de manera sencilla y clara, sin formulaciones inútilmente complicadas fuese cual fuese la complejidad de los temas. Con la incorporación progresiva de nuevos miembros se reforzó la componente universitaria, pero también la relación con medios más activistas y se incrementó el deseo de hacerse eco de las nuevas experiencias prácticas.
Hasta ahora esta tensión entre un elevado nivel intelectual y la voluntad de posibilitar un acceso generalizado se mantiene como la marca distintiva de la revista en el panorama de las publicaciones anarquistas de lengua francesa. No existe otro ejemplo de una revista que sea intermediaria entre, por una parte, las publicaciones de ciencias humanas de tipo académico y, por otra parte, los periódicos militantes. En el primer grupo se pueden encontrar revistas intelectuales progresistas como Multitudes o Vacarme, que se sitúan en la izquierda independiente pero sin referencia a la anarquía, y en el secundo los periódicos de las principales organizaciones específicas: el semanal Le Monde libertaire de la Fédération anarchiste, los mensuales Le combat syndicaliste de la CNT, Courant alternatif de la Organisation Communiste Libertaire, Alternative libertaire de la organización del mismo nombre, o el trimestral Offensive, de la red Offensive libertaire et sociale. Por supuesto, esas publicaciones también proponen análisis y reflexiones además de informaciones puntuales, pero lo hacen mediante artículos más cortos, con enfoques más ligados a las luchas actuales, y con una línea política propia. Merece una mención particular la revista A Contretemps, un boletín bibliográfico que dedica amplios dossiers a autores más o menos conocidos del pasado y del presente, y de diversos países, con un nivel de investigación y de sensibilidad excepcional.
La forma editorial de Réfractions está adaptada al ritmo de dos publicaciones por año: cada número comporta en general entre 164 a 198 páginas, ocupadas en su mayor parte por un gran dossier temático, seguido por dos o tres secciones tituladas « Transversales », « Pour continuer le débat », « Anarchives », y por fin las recensiones de libros y otras publicaciones. En el dossier se busca un equilibrio entre dos tipos de temáticas: la clarificación de conceptos tradicionales del anarquismo, como el Estado, la libertad, la democracia, el federalismo; y la observación de tendencias político-sociales actuales como, por ejemplo, la ecología, el feminismo, los movimientos de indignados y las ocupaciones. También nos hacemos eco de los debates internos del anarquismo contemporáneo, por ejemplo cuando nos interrogamos sobre la oportunidad de adoptar ciertas concepciones postmodernistas, o sobre la manera de entender la subjetivación y su relación con una finalidad emancipadora o revolucionaria. Los autores de los artículos son miembros del colectivo editorial o son invitados a escribir por su experiencia o especialización con relación al tema elegido. La sección “Transversales” acoge varios tipos de textos que no forman parte del tema principal, y la sección “Pour continuer le débat” presenta las eventuales reacciones provocadas por un tema anterior. La sección “Arnarchive” no figura en cada número, solo aparece cuando un evento actual tiene una conexión interesante y más o menos olvidada con algún elemento del pasado. El trabajo de elección y elaboración del dossier así como de las otras secciones se desarrolla en dos etapas. La primera consiste en la reunión, dos veces por año, de la totalidad del colectivo, es decir más o menos veinticinco personas que viven en diversas partes de Francia, o en Suiza y Bélgica, e incluso en España. En esa ocasión también se toman las decisiones en lo que se refiere a la difusión, los gastos y la recaudación, nuestra presencia en encuentros libertarios u otros eventos. En efecto, toda la administración se lleva a cabo sin asalariados ni puestos de dirección, sin ninguna subvención, y solamente una pequeña parte de la difusión se confía a un distribuidor profesional especializado en los circuitos alternativos. La segunda etapa del trabajo se realiza en comisiones de cinco o seis personas, que se constituyen según los intereses y disponibilidades de cada cual. A partir de la orientación general de la temática elaborada por la discusión en el seno del colectivo, la comisión responsable del número decide cuales son los artículos necesarios para tratar todos los aspectos de la problemática, así como los colaboradores exteriores que se podría solicitar. A veces también recibimos propuestas de artículos que la comisión decide aceptar o rechazar.
Nuestra posición sobre la conveniencia de la diversidad de opiniones es tal que, en un mismo número, ciertos artículos pueden expresar posiciones muy distintas o incluso contradictorias. No tratamos de llegar a una convergencia consensual ni de borrar los conflictos de ideas (dentro de ciertos límites por supuesto, que excluyen los insultos, las posturas autoritarias o las descalificaciones). Lo más interesante se alcanza cuando los artículos han circulado entre los autores de textos contradictorios y estos se responden dentro del propio desarrollo de sus escritos. En el seno de una comisión pueden coexistir varias posiciones, que tratamos de articular y justificar en la presentación editorial, pero sin pretender desembocar en una síntesis. Un ejemplo de debate fue, en el número dedicado a la reedición de El apoyo mutuo de Kropotkin, la cuestión de saber si el hecho de fundamentar los comportamientos humanos de cooperación y solidaridad en la naturaleza resulta teóricamente válido y prácticamente deseable. Unos redactores sostenían con Kropotkin este “darwinismo de izquierda”, otros lo cuestionaban en nombre de una filosofía de la libertad. Esta actitud sorprende a veces los compañeros que nos leen o colaboran desde afuera, y puede ocurrir que nos atribuyan un acuerdo que no tenemos con una posición publicada. Por otro lado, la diversidad de opiniones y tendencias dentro del colectivo nos obliga a mantener un equilibrio y un dialogo tan franco como respetuoso para evitar que los conflictos degeneren en exclusiones, escisiones o salidas dolorosas. Uno de nuestros motivos de satisfacción es que hasta ahora han sido muy pocas las crisis de este tipo, en parte gracias a las precauciones expresamente aplicadas para evitarlas, pero quizás aún más gracias a las fuertes relaciones que existen entre los miembros del colectivo, que van del mero placer de reencontrarse a la más profunda amistad.
Formaba parte del proyecto inicial la integración de diferentes expresiones artísticas, tales como pintura, fotografía, poesía y otros modos creativos, considerados independientemente de su relación con los artículos. Sin embargo, ese es uno de los objetivos que nos cuesta más alcanzar, probablemente por falta de relaciones con artistas interesados, pero también por la coexistencia de la tendencia opuesta que consiste en utilizar el material gráfico como una simple ilustración de las temáticas tratadas. Enriquecer la dimensión cultural y artística es seguramente uno de los desafíos que tenemos de cara al futuro, así como intensificar la colaboración puntual con personas próximas por su pensamiento y compromiso. Otro desafío sería el de alcanzar nuevos públicos más allá de los lectores militantes, lo cual podría beneficiarse de una coyuntura general cada vez más interesada por las ideas libertarias. También tenemos el proyecto de establecer relaciones más estrechas con las publicaciones anarquistas en otros idiomas, por medio de traducciones de textos e intercambios de experiencias.
Después de algo más de quince años de existencia acabamos de publicar nuestro trigésimo número, y aunque nuestra tirada puede parecer bastante modesta (entre 600 y 700 ejemplares por número) la verdad es que nos sentimos bien conocidos y reconocidos en ese estilo que nos es propio. Las ferias del libro libertario constituyen unas de las mejores ocasiones para conocer la opinión de los lectores sobre la revista. Las críticas más frecuentes conciernen el precio de la revista y la dificultad de lectura por la extensión y la complejidad de los artículos. A la primera contestamos que, de hecho, cada número es casi un libro y que nos importa mucho la calidad de la impresión; además, los números, exceptos los tres últimos, están integralmente y gratuitamente disponibles sobre nuestro sitio internet. A la segunda contestamos que la revista no representaría el mismo instrumento de reflexión si no estuviese escrita de esa manera conceptual que intenta profundizar en los temas, aunque hacemos los mayores esfuerzos para expresarnos con claridad y evitar caer en formulaciones farragosas. Pero la mayoría de los comentarios son positivos y subrayan la utilidad de un tipo de investigación que pretende aunar el compromiso político en el seno de la sociedad actual y la distancia crítica de los saberes teóricos.