Dioni Cortés Díaz – LibrePensamiento https://archivo.librepensamiento.org Pensar para ser libre Sat, 13 Mar 2021 10:57:16 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.6.1 Reseña: RED DE SOLIDARIDAD DE SEATTLE o de como la hormiga se convierte en gigante https://archivo.librepensamiento.org/2013/06/21/resena-red-de-solidaridad-de-seattle-o-de-como-la-hormiga-se-convierte-en-gigante/ https://archivo.librepensamiento.org/2013/06/21/resena-red-de-solidaridad-de-seattle-o-de-como-la-hormiga-se-convierte-en-gigante/#comments Fri, 21 Jun 2013 10:00:24 +0000 https://librepensamiento.org/?p=4131 Normal 0 false false false EN-US X-NONE X-NONE MicrosoftInternetExplorer4

101Tras su publicación en diciembre de 2012, y como consecuencia del éxito obtenido, la editorial Klinamen nos ofrece una segunda edición de este pequeño gran libro. La obra se compone de una recopilación de diversos textos: una entrevista con un miembro de la Red de Solidaridad de Seattle (SeaSol en adelante), dos textos escritos por varios de sus miembros y un prólogo de la propia editorial (enriquecido para esta edición). Este conjunto de escritos nos permite una sencilla introducción a una experiencia de lucha valiente, singular y, sobre todo, exitosa.

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Tras su publicación en diciembre de 2012, y como consecuencia del éxito obtenido, la editorial Klinamen nos ofrece una segunda edición de este pequeño gran libro. La obra se compone de una recopilación de diversos textos: una entrevista con un miembro de la Red de Solidaridad de Seattle (SeaSol en adelante), dos textos escritos por varios de sus miembros y un prólogo de la propia editorial (enriquecido para esta edición). Este conjunto de escritos nos permite una sencilla introducción a una experiencia de lucha valiente, singular y, sobre todo, exitosa.

SeaSol nace a finales de 2007 en ámbitos militantes anarquistas y se concibe como una red de apoyo mutuo organizada de manera horizontal que, mediante la acción directa colectiva, hace frente a las injusticias que sufren las personas trabajadoras por parte de jefes y caseros. Compuesta por voluntarias y sin más financiación que pequeñas aportaciones individuales, han sostenido batallas contra un amplio abanico de abusos de empresarios y propietarios, tales como impagos de sueldos, desatención por parte de los caseros, robo de fianzas, cuotas escandalosas y pleitos abusivos.  Y lo han hecho con éxito: de 25 conflictos hasta el momento, han salido victoriosas en 22 de ellos. Conflictos como los del  Chase Bank (que quería escamotear 1000 dólares a un ciudadano en una transacción), o el de Kasota Apartments (que pretendía una subida escandalosa de los alquileres) son buenos ejemplos que dichas victorias. En su página web, indicada más abajo, se puede obtener  información más completa y actualizada sobre sus actividades.  Pero, como la lectura del libro sugiere, nos parece que este éxito no reside únicamente en las cifras, sino que se extiende a la serie de decisiones y apuestas acertadas que las han hecho posibles. En esta reseña, nos gustaría señalar, escuetamente, las claves que han convertido la trayectoria de la SeaSol en algo envidiable y exitoso.

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A nuestro juicio, el primer éxito consiste en la decisión que toman unos militantes frustrados de reinventarse mediante la creación de un nuevo tipo de lucha.  La mayoría de los fundadores de SeaSol provienen de experiencias como Industrial Workers of the World, los movimientos antiglobalización o contra la guerra, o de pequeños grupos anarquistas. El balance que hacen de dichas experiencias desvela su frustración, causada por la falta de actividad, la ineficacia y el poco relieve, incluso personal, de unas luchas, en la mayoría de las ocasiones, meramente simbólicas o propagandísticas. Sin embargo, no se dan por vencidos ni abandonan la batalla refugiándose en la autocomplacencia solipsista del cargado-de-razón-frente-a-los-demás-ignorantes, o en la mística miserable del malditismo fracasado. Toman buena nota de sus propios errores al no haber logrado conectar con otras personas o iniciar procesos de lucha significativos, y apuestan por un cambio de rumbo, por reinventarse sin complacencias con el pasado. Nos parece admirable la valentía  demostrada por estos militantes al deshacerse de las viejas rutinas fracasadas y de sus ineficaces organizaciones, para sustituirlas por un proyecto nuevo y diferente. Un proyecto marcado por un proceso continuo de innovación y aprendizaje, y una actitud abierta y flexible. Esto parece recordarnos que la política transformadora debería ser una aventura apasionante en la que tuvieran lugar reinvenciones, ajustes, autocrítica, innovación…

Para SeaSol, además, esta nueva aventura debe coronarse con el éxito, debe lograr sus objetivos, tiene que encontrar el tesoro.  Y para ello  es tan importante dotarse de una buena brújula como saber qué tipo de tesoro se quiere alcanzar. Los objetivos de SeaSol son concretos, sencillos, bien delimitados: luchar contra abusos de jefes y caseros. Estos abusos abarcan desde conseguir el pago de salarios robados por los jefes, hasta demandar que se limpien las humedades y el moho de las viviendas. Pudiera parecer que el tesoro es modesto y sencillo, sobre todo si lo comparamos con la habitual “fraseología revolucionaria”, pero, aun así, entraña dificultades, ya que embarcarse en cualquier lucha colectiva se presenta como algo complejo y más si la experiencia es novedosa para sus participantes. Pero SeaSol también sueña, ya que la modestia no es incompatible con la ambición: de lo que se trata, en el fondo, es de crear “poder popular”, “una comunidad de lucha” y para ello apuestan por emprenden acciones “pequeñas: “Yo veo estas pequeñas luchas como un entrenamiento para la organización de la lucha de clases, desde el cual podemos avanzar hacia proyectos mayores, más colectivos y de mayor duración. (…) muchas de las luchas que llevamos a cabo sólo tratan de corregir un incumplimiento de la ley por parte del casero o jefe. Esto es porque se trata de un punto de partida fácil” (86-87). Lo importante es empezar por el principio, aprender colectivamente, construir la base. La potencia de esta pedagogía práctica y su poder de contagio están implícitas en estas “pequeñas” acciones: “Las campañas que llevamos a cabo nos muestran concretamente la división real de clases en nuestra sociedad, con trabajadores a un lado y jefes, propietarios, policías y jueces al otro. Podría decirse que las luchas que emprendemos pueden llegar a mucha gente de un modo que nuestras extensas bibliotecas no pueden.” (72) En definitiva, SeaSol nos propone que para llegar a ser sólidos y poderosos gigantes, es necesario primero ser y trabajar como hormigas.

El segundo éxito reside en dotarse de una organización y unas tácticas adecuadas para alcanzar los objetivos propuestos. Aquí es donde el poderoso realismo de SeaSol se muestra más acertado. En primer lugar, la organización de la red de solidaridad se configura en torno a diferentes niveles de implicación. Son conscientes de que en una organización basada en la voluntariedad no todo el mundo va a estar igualmente implicado. Muchas son las causas de esto, pero lo más importante es funcionar asumiendo los diferentes niveles de participación. En este sentido, la red consta de las siguientes figuras participantes: simpatizantes, son aquellas personas que están dentro de la red de contactos y a las que se solicita que participen en alguna de las acciones que se lleven a cabo; miembros, implica considerarse parte de SeaSol y requiere comprometerse a acudir a las acciones siempre que sea posible y recibir más frecuentemente llamadas para participar en las mismas; organizadores, son aquellas personas que forman el equipo de organización y que se comprometen a asumir el trabajo de puesta en marcha y mantenimiento de las acciones. La participación en los diferentes niveles es voluntaria y abierta y se desea que no siempre sea asumida por las mismas personas, por lo que se implementan diferentes herramientas para que sea lo más rotativa posible, como por ejemplo, transmitir, por parte de las más experimentadas a los profanos, los diversos saberes acumulados necesarios para cumplir las diferentes tareas. Aquí SeaSol nos muestra lo poderoso que puede ser un realismo alejado tanto del pesimismo como de la derrota, ya que es precisamente su realismo, no pedir heroicidades ni sacrificios, lo que les permite organizarse con éxito. Otra virtud asociada a este tipo de organización consiste en ir más allá del asistencialismo, y esto en dos sentidos. En primer lugar, no hay nadie de la organización que quede fuera de la red de apoyo mutuo, es decir, que no hay “profesionales de la ayuda” que prestan servicios pero que no los necesitan. Allí todos se prestan a apoyar y demandan ser ayudados cuando lo requieran. En segundo lugar, todas aquellas personas que necesiten de la red han de incorporarse, como mínimo, en calidad de miembros, y han de tener un papel protagonista en su propia lucha. Si esto no se acepta, la red no se comprometerá a ofrecer su apoyo. Vemos aquí como esta “exigencia” consigue romper con el papel de víctima indefensa y hace posible proponer el papel de luchador protagonista que requiere y al que se le ofrece ayuda.

El realismo potenciador de la SeaSol es también la clave de las tácticas o estrategias que se ponen en marcha para conseguir los objetivos. En la “Guía para tejer una red de solidaridad” que se incluye en el libro, además de ofrecer un una serie de consejos muy minuciosos sobre cómo construir una red, se realiza un amplio inventario sobre qué tipo de acciones pueden realizarse. Algunas de ellas son el reparto de panfletos, entrega colectiva de una carta de demanda, boikots o incluso “eventos caritativos satíricos”. Estas acciones muestran la gran capacidad imaginativa de SeaSol y su compromiso con la innovación permanente, pero lo más importante es el éxito y para ello arbitran una serie de criterios y requisitos que deben cumplir todas las acciones a realizar. Estos son:

        Sostenibilidad: se trata de acotar el repertorio de acciones a la fuerza real con la que se cuenta, es decir, a la cantidad de personas que pueden implicarse y al grado de motivación que logran despertar en la red. Si no hay gente dispuesta a llevarlas a cabo, las acciones no se van a realizar con éxito y se rechazan.

        Intensificación: la lógica de la secuencia de acciones de presión al jefe/casero debe regirse por la intensificación, esto es, las acciones serán cada vez más duras. Este criterio tiene dos ventajas claras como la de emplear solo la fuerza necesaria para obtener la victoria y mantener siempre la iniciativa en el conflicto, ya que son los participantes los que deciden el ritmo y la intensidad de la misma. La eficacia de este criterio reside en “la idea fundamental de que el jefe/casero no cede como resultado de lo que le acabamos de hacer, sino más bien como resultado de su miedo ante lo que pueda pasar después.” (38)

        Ganabilidad: es la relación entre dos factores: lo difícil que es que un jefe/casero ceda a las reivindicaciones, frente a cuánto daño pueda hacérsele. Este criterio no sólo proporciona el ritmo y la lógica de la campaña, sino también su oportunidad. Sólo si la ganabilidad proporciona indicadores de éxito, la campaña se llevará a cabo, de lo contrario, se desechará. Recordemos que lo importante para SeaSol es el éxito que se consiga y el empoderamiento o fortalecimiento que éste insufla a la red, en aras de conseguir un empoderamiento colectivo o popular: “Cuando pensamos que no podemos ganar una lucha (o no tenemos capacidad o hay demasiadas luchas en activo) no la asumimos. Pasar de victoria en victoria mantiene viva la energía del grupo. Quedarse atascado en luchas que no se pueden ganar haría lo contrario. A medida que nos hagamos más fuertes, podremos ganar en el futuro las luchas que ahora no podemos” (30)

 

 103En definitiva, el libro muestra la experiencia de una lucha que quiere convertirse en gigante y que, para conseguirlo, apuesta por comenzar como hormiga. Su trayectoria está jalonada de éxitos muy importantes, que hemos tratado de señalar, y que pueden servirnos como ejemplo del que rescatar valiosas enseñanzas para construir una lucha sólida y potente, sobre todo en estos momentos en los que existen masivos movimientos de contestación, cuyos éxitos, aunque sean notables, no están resultando suficientes para interrumpir la ofensiva neoliberal de empobrecimiento de las mayorías.

 

 

 

 

 

Nota:  Para ampliar la información sobre la Red de Solidaridad de Seattle, se pueden consultar las siguientes webs:

        http://www.editorialklinamen.net/?p=2534

        http://seasol.net

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https://archivo.librepensamiento.org/2013/06/21/resena-red-de-solidaridad-de-seattle-o-de-como-la-hormiga-se-convierte-en-gigante/feed/ 1
Reseña de "15M: Excelente. Revulsivo. Importante”. Un documental de Sthéphane M. Grueso: interesante, emocionante e ilusionante. https://archivo.librepensamiento.org/2012/12/21/resena-de-15m-excelente-revulsivo-importante-un-documental-de-sthephane-m-grueso-interesante-emocionante-e-ilusionante/ https://archivo.librepensamiento.org/2012/12/21/resena-de-15m-excelente-revulsivo-importante-un-documental-de-sthephane-m-grueso-interesante-emocionante-e-ilusionante/#respond Fri, 21 Dec 2012 11:00:59 +0000 https://librepensamiento.org/?p=3866 E1l 3 de diciembre del pasado año, en el Museo Reina Sofía y dentro de un ciclo dedicado al nuevo cine documental en España (en el que también se proyectó “Libre te quiero” de Basilio Martín Patiño), tuvo lugar el preestreno de “Excelente. Revulsivo. Importante”. La cita resultó un éxito y dada la gran demanda de público interesado, la organización volvió a pasarlo, de manera extraordinaria, el día siguiente. Ahora, tras unas semanas dándole los últimos retoques y para disfrute de todxs, la película se encuentra liberada en la red, para su visionado o descarga, en la siguiente dirección: http://madrid.15m.cc/p/documental.html.

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Dioni Cortés Díaz    

El 3 de diciembre del pasado año, en el Museo Reina Sofía y dentro de un ciclo dedicado al nuevo cine documental en España (en el que también se proyectó “Libre te quiero” de Basilio Martín Patiño), tuvo lugar el preestreno de “Excelente. Revulsivo. Importante”. La cita resultó un éxito y dada la gran demanda de público interesado, la organización volvió a pasarlo, de manera extraordinaria, el día siguiente. Ahora, tras unas semanas dándole los últimos retoques y para disfrute de todxs, la película se encuentra liberada en la red, para su visionado o descarga, en la siguiente dirección: http://madrid.15m.cc/p/documental.html.

4El documental  ha sido escrito, dirigido y editado por Stéphane M. Grueso (creador de otro documental muy recomendable sobre la propiedad intelectual: “¡Copiad, malditos!”), aunque con la participación y colaboración de otra mucha gente que ha sido entrevistada, que ha puesto a disposición imágenes personales o que ha dado su opinión a lo largo de todo el proceso creativo. Esta dimensión colectiva también se refleja en la inserción del documental en un proyecto más amplio y altamente interesante llamado 15M.cc, que ha surgido al calor del sol quincemayista y su potente alegría poético-creativa. Para dar cuenta de este proyecto de varias capas, hay que imaginarlo como una de esas muñecas rusas en donde una figura se encuentra incluida en otra mayor. Así, el documental es una de las tres líneas de trabajo, que, junto a la edición de un libro y una web,  constituyen Madrid.15M.cc. Éste  es un proyecto colaborativo, copyleft, transmedia y sin ánimo de lucro, que a su vez y en colaboración con los proyectos hermanos de 15MMálaga.cc, 15MSevilla.cc, Audio.15M.cc y Papers.15M.cc, configuran 15M.cc. Este sirve como paraguas a estos y a otros proyectos, como un “banco de ideas”, una “15Mpedia” y  un “Wikilibro”. 15M.cc tiene como objetivo la difusión del 15M,  facilitando el mayor número posible de narraciones en torno al mismo, y se presenta como un proyecto cultural independiente que no quiere representar al movimiento ni a ninguna de sus comisiones. El despiece de la matrioska termina señalando que 15M.cc está vertebrado por un grupo de trabajo perteneciente al Laboratorio del Procumún organizado por el Medialab-Prado de Madrid.

6Como todo esto deja entrever, el documental tiene mucho de inteligencia colectiva e interconectada. Aun así, y como reza su subtítulo, “Una visión muy personal sobre el 15M”, el documental muestra la experiencia particular del autor. Este afirmaba en una entrevista: “El documental no es un documental oficial del 15-M, ni representa a nadie. Yo cuento lo que he vivido y lo cuento a través de las personas con las que he convivido”. Más adelante, añade: “El 15M no se puede narrar con una sola voz. Somos personas con voz propia, pero a la vez enredada.”[i] En estas declaraciones se encuentra la clave de lo que vemos en el documental: una mirada personal, aunque arropada por otros amigos, sobre un movimiento que permanece inaprensible bajo ninguna categoría e inabarcable desde una sola perspectiva. Creemos que este enfoque, parcial y subjetivo, constituye un gran acierto y dota al documental de una honradez que se agradece, y de una calidez que emociona. No trata de pontificar, sino de ofrecer una experiencia vivida, subjetiva. Aunque para nosotros, esta mirada personal tiene también mucho de común, ya que es casi imposible que haya alguien que viviese esos momentos que no se reconozca en alguna o muchas de las imágenes, sensaciones e ideas que concurren en esta película.

7El documental se centra en lo sucedido en Sol tras la manifestación del 15 de Mayo de 2011 y las cuatro semanas que duró Acampadasol. Pero también busca posibles antecedentes de lo que allí pasó: la Marea Negra contra el desastre del Prestige; las masivas manifestaciones contra la guerra de Irak; la “noche de los móviles” frente a la sede del PP el 13 de Marzo del 2004; las movilizaciones de V de vivienda; el movimiento Nolesvotes contra la ley Sinde; la primavera árabe; la primera manifestación de Juventud Sin Futuro apenas un mes antes; o las concentraciones de Malestar.org, casi coetáneas… Antecedentes posibles todos ellos, al igual que algunos más como el movimiento antiglobalización, pero que no logran explicar por qué surgió el movimiento político-social más importante y potente de este país en décadas. Esto, quizá, quede para siempre sumido en el misterio, pero lo que sí sabemos con la precisión que admite toda emergencia popular, es que desde el 15 de Mayo del 2011, se inició un amplísimo proceso colectivo de transformación que todavía pervive y cuya primera matriz nació en Sol esa misma noche. En el documental se nos muestra, mediante imágenes tomadas in situ por el propio autor o de otras procedencias diversas, cómo en unas horas, en unos días, la Puerta de Sol de Madrid se transformó en Acampadasol: una polis inclusiva, donde la cooperación hizo posible un espacio político asambleario y autoorganizado. Durante un casi un mes, la inteligencia colectiva pudo hacer posible una nueva forma de hacer política en la cual la gente tomaba el protagonismo de sus propias vidas en medio de un entorno de respeto y de cuidado mutuo. Y todo esto mientras las élites celebraban unas elecciones entre diferentes impotencias y los medios de comunicación hegemónicos no se enteraban de nada, como casi siempre. Frente a tanta alegría creativa y desobediente, el poder se tornaba impotente y sólo se le ocurría reaccionar con medidas represivas: prohibiciones diversas o actuaciones policiales violentas. Pero, por un tiempo, que se dilató mágicamente y que siempre nos sabrá a poco, todo esto resultó irrelevante. Lo importante era lo que estaba sucediendo en Sol, primero, y luego en cientos de otras plazas en todo el país y en una nada despreciable parte del mundo.

La historia del mes que duró la polis de Sol, es ya de  sobra conocida, y afortunadamente se contará muchas otras veces más, por lo que no parece muy pertinente volver a contarla aquí sino remitir encarecidamente al documental para refrescar la memoria o para conocer de primera mano lo que allí pasó. Lo que nos interesa ahora es señalar dos elementos que nos han parecido especialmente interesantes del documental.

2El primero de ellos tiene que ver con la experiencia personal del autor. Creemos que la línea principal que sostiene la narración de la historia es su propia vivencia, una experiencia que podríamos caracterizar de mutación subjetiva producida gracias a la participación en un proceso colectivo de transformación. Durante ésta, Stéphane Grueso se ve convertido en alguien nuevo, diferente a como era antes, como le ha sucedido a muchas otras personas. Descubre la potencia de la cooperación horizontal para transformar la realidad, se ve embargado por una contagiosa alegría activa, forja nuevas amistades, constata la falsedad del “consenso social” del que tanto presume la democracia partidista cuando sufre las primeras embestidas represivas de la policía, y pierde el miedo. Consciente de la potencia de la metamorfosis personal que han sufrido él y tantxs otrxs, termina reconociendo que esto es lo más importante del movimiento para él: “Lo más importante del 15M es también lo que es más difícil de ver: el cambio en las personas. Gente que nunca será la misma: personas que se han convertido en un problema para sus gobiernos y en una ayuda para sus vecinos. En buenos ciudadanos, vaya”. Todo esto nos recuerda la importancia crucial y la atención necesaria que hay que prestar a un condimento esencial que debe estar presente en todo proceso de transformación social: la mutación subjetiva de aquellxos que participan en ella. No es posible un mundo nuevo sin que las personas que lo crean y lo habiten no sean, de una forma significativa,  también nuevas.

El otro elemento consiste en una reflexión de  Marga Padilla en el documental: “todo lo importante va a ser del estilo 15M. Quiere decirse: autoconvocado, ni de izquierdas ni de derechas, incluyente, copyleft…” No se puede dudar de que el 15M ha creado un nuevo estilo de hacer política, basado en la horizontalidad, el respeto, la autoorganización, la búsqueda inclusiva de consensos, la capacidad de dirigirse a todxs mediante un lenguaje común sin excesiva especialización, la conversión de los espacios públicos en lugares resignificados por el encuentro colectivo, o el uso liberador de las nuevas tecnologías. Todos estos elementos y muchos otros, han configurado un estilo propio que ha tenido un éxito masivo y que, por ello aunque no sólo, debería constituir un horizonte apropiable para la actuación de todas las luchas futuras. Un estilo que puede reconocerse con facilidad en ciertas experiencias pasadas (en “el otro movimiento obrero” o en los nuevos movimientos sociales, por ejemplo), que posee un presente potente (las diferentes mareas, o el movimiento contra los desahucios) y que se proyecta, como ya apuntábamos, como un hallazgo fundamental para el acervo de las movilizaciones futuras.

Para terminar esta reseña, quisiéramos aventurarnos a contestar a la pregunta con la que se cierra el documental: ¿y ahora qué? No disponemos de grandes líneas estratégicas, ni de verdades incontestables, y mucho menos de bolas adivinatorias del futuro que nos guíen. Lo único que poseemos, y creemos que es lo verdaderamente importante ahora, son unas fuerzas renovadas y unas ganas tremendas de seguir  imaginando y poniendo en marcha procesos colectivos capaces de crear un mundo nuevo donde sea posible una vida buena para todxs.

Vean este documental, ya que puede ayudarnos en ello.

Sitografía:

–         http://www.15m.cc

–         http://medialab-prado.es/laboratorio_del_procomun

[1] http://www.eldiario.es/interferencias/15-M-cine-Stephane_M-_Grueso_6_98750129.html

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https://archivo.librepensamiento.org/2012/12/21/resena-de-15m-excelente-revulsivo-importante-un-documental-de-sthephane-m-grueso-interesante-emocionante-e-ilusionante/feed/ 0
Reseña de "Declaración" de A. Negri y M. Hardt https://archivo.librepensamiento.org/2012/09/21/resena-de-declaracion-de-a-negri-y-m-hardt/ https://archivo.librepensamiento.org/2012/09/21/resena-de-declaracion-de-a-negri-y-m-hardt/#respond Fri, 21 Sep 2012 08:00:31 +0000 https://librepensamiento.org/?p=3844 Desde que en el 2011 surgieron nuevos y poderosos movimientos de contestación al neoliberalismo y su crisis, han ido apareciendo un número importante de textos que han tratado de analizarlos, acompañarlos e incluso que han sugerido orientaciones diversas para su desarrollo futuro. El nuevo libro de Antonio Negri y Michael Hardt, Declaración, se presenta como legítimo candidato a ocupar su lugar en esa ya copiosa biblioteca. Pero en su caso, nos gustaría señalar dos peculiaridades que le otorgan originalidad e interés.

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Dioni Cortés Díaz

Desde que en el 2011 surgieron nuevos y poderosos movimientos de contestación al neoliberalismo y su crisis, han ido apareciendo un número importante de textos que han tratado de analizarlos, acompañarlos e incluso que han sugerido orientaciones diversas para su desarrollo futuro. El nuevo libro de Antonio Negri y Michael Hardt, Declaración, se presenta como legítimo candidato a ocupar su lugar en esa ya copiosa biblioteca. Pero en su caso, nos gustaría señalar dos peculiaridades que le otorgan originalidad e interés.

 La primera de ellas consiste en que, con este libro, los autores continúan con su apuesta teórico-política esencialmente ligada a los movimientos y luchas que les han tocado en suerte vivir: en el caso de Negri, esto se remonta a las luchas de la “autonomía italiana” de los años 60 y 70 (dónde participa activamente), y continúa, ya con la incorporación de Hardt, en el movimiento antiglobalización de la pasada década. El texto que nos ocupa tiene como referente inmediato a los movimientos surgidos el 2011 (fundamentalmente la primavera árabe, 15M español y sus recreaciones griegas e israelíes, y Ocuppy Wall Street).

 La segunda de ellas tiene que ver con el modo en el que abordan su relación con estas luchas en el libro que estamos reseñando. Declaración, contiene, en su Apertura, la siguiente afirmación: “En este panfleto nos proponemos tratar los deseos y logros del ciclo de luchas que estalló en 2011, pero no lo haremos analizándolas directamente” (12). Creemos que esta frase compendia de manera adecuada tanto el objetivo del libro como la clave de la estrategia discursiva que desarrolla. En efecto, Declaración no se propone analizar el ciclo de luchas surgidas en el 2011, sino propiciar un encuentro entre los análisis y propuestas políticas iniciadas por estos autores años atrás (principal, aunque desde luego no exclusivamente, expuesta en la trilogía de publicaciones del tándem que les otorgó fama mundial: Imperio, Multitud y Commonwealth) y el ciclo de luchas del 2011. Este encuentro se manifiesta en la incorporación de determinados componentes teóricos y prácticos de los movimientos actuales en la elaboración de la propuesta política que exponen en este texto y que va más allá de estas luchas. Para Negri y Hardt, éstas no ha sido capaces de derrotar a los poderes dominantes, pero contienen elementos novedosos, poderosas semillas, esenciales para preparar el terreno del advenimiento de la transformación.

 En esta reseña nos proponemos señalar los dos ejes más importantes de la apuesta  política que Negri y Hardt formulan en Declaración– la constitución del común y el acontecimiento comunero-, con la intención de continuar el juego infinito de apropiaciones, capturas, desvíos de ideas, conceptos, propuestas…etc., en que consiste todo pensamiento, con el fin de que otras y, sobre todo, los movimientos actuales, encuentren material de interés para construir sus propios proyectos.

 Constitución del común

Para los autores el común está formado por “la tierra y su ecosistema –los bosques, los mares, el suelo, el aire, el agua, etc.- así como los productos del trabajo social, incluidas las ideas, las imágenes, los códigos, la información, los afectos y muchos otros elementos” (100). Lo común tiene para Negri y Hardt una centralidad esencial para comprender la realidad capitalista actual y para proponer alternativas políticas a la misma. El capitalismo biopolítico contemporáneo se caracteriza por la importancia de la producción de lo común: la vida entera ha sido puesta a trabajar y el trabajo inmaterial hegemónico (cognitivo, afectivo, relacional…) que produce la vida social misma (lenguajes, afectos, ideas, conceptos…), tiene  como base el acervo común y contribuye con su producción al aumento de éste. En estrecha relación con esto, el devenir financiero de la economía capitalista (el reinado de los mercados financieros) sólo puede funcionar apropiándose y explotando lo común. Además, es en relación a esta importancia de lo común como se puede entender la crisis actual: “Esta crisis puede ser explicada, al menos en parte, por el hecho de que, mientras las fuerzas productivas están tornándose cada vez más comunes, las relaciones de producción y propiedad continúan siendo definidas mediante reglas y normas individualistas y privatistas, que son incapaces de comprender la nueva realidad productiva y son completamente exteriores respecto a las nuevas fuentes comunes del valor” (57).

 Por otra parte, Negri y Hardt creen que sólo un proceso constituyente basado en el común puede proporcionar una alternativa real al neoliberalismo triunfante y su crisis. En este sentido, su propuesta política se sustancia en una constitución del común. Los autores defienden que “toda revolución necesita de un poder constituyente, no para poner fin a la revolución, sino para continuarla, garantizar sus conquistas y mantenerla abierta a innovaciones adicionales. Un poder constituyente es necesario para organizar la producción social y la vida social de acuerdo con nuestros principios de libertad, igualdad y solidaridad. Los procesos constituyentes revisan constantemente las estructuras e instituciones políticas al objeto de que estas sean más adecuadas al tejido social y los fundamentos materiales de los conflictos, necesidades y deseos sociales.” (52) En este texto, no se proponen la tarea de elaborar una constitución, sino simplemente analizar algunos principios y verdades (igualdad, libertad, libre acceso y sostenibilidad del común, participación democrática directa y autogestión del mismo…) que podrían impulsar un proceso constituyente, que ya creen en marcha: “ lo que queda claro atendiendo a las declaraciones de los movimientos que comenzaron el 2011 es que una discusión sobre la constitución de una nueva sociedad ya está madura y al orden del día” (104).

 Aquí no nos interesa tanto el análisis de tales principios y verdades, sino presentar la propuesta de constitucionalización del común que estos propician. Este proceso suscita tres cuestiones primordiales: “La primera es un principio, abstracto pero fundamental, de hacer común el derecho, es decir, de crear un proceso jurídico del común, que es necesario para que la comunidad de ciudadanos controle y administre un bien. El segundo consiste en crear un sistema de gestión que incorpore los principios de los usos comunes de los bienes. Y el tercero define la participación democrática como el terreno político que atañe tanto a la propiedad como a la gestión. De esta suerte, hablar de bienes comunes significa construir un proceso constitucional relativo a un conjunto de bienes gestionados mediante la participación directa de los ciudadanos.” (78). Tales cuestiones se resuelven en la proposición de un estatuto jurídico propio en relación a la propiedad del común (ni privada, ni público estatal); y en una gestión de lo común abierta a todas por igual, que sea capaz de garantizar la sostenibilidad del bien o servicio, y cuyo gobierno sea fruto de la participación democrática directa de la ciudadanía, sin delegación en instituciones representativas ni en la guía de expertos de ninguna clase.

 Los autores ofrecen tres posibles ejemplos constitucionales de bienes o servicios comunes: el agua (precisan que además de declararlo bien común, también es necesario hacer común toda la infraestructura que lo sostiene), los bancos (deben tornarse en instituciones gestionadas en común para el bien común, con las finanzas convertidas en herramientas para la planificación democrática de la producción social) y la educación (entendida como una autoformación cooperativa de la inteligencia común, ayudada por el profesorado y las instituciones, que deben orientarse a la creación de los entornos propicios para el estudio).

 Particular interés reviste la cuestión de cómo hacer que las luchas se orienten hacia la constitución del común, ya que una gran parte de éstas, aun luchando por el común, no logran articular un frente contra la voraz rapiña de los agentes privados más que apelando a la propiedad pública estatal. Para salir de este circuito viciado los autores sugieren dos vías, aunque solo la segunda tenga verdadera efectividad para la transformación social:

a)       Principio diferencial del común: está inspirado en el “principio diferencial” de John Rawls y sostiene que toda función social regulada por el Estado que pudiera ser igualmente bien gestionada en común debería ser transferida a manos comunes.

b)      Doble combate: consiste en luchar por lo público estatal en aras de derrotar los intentos privatizadores y, a continuación o al mismo tiempo, militar contra este poder público estatal para propiciar el común y los mecanismos de su autogestión. Para los autores, estos movimientos no son excluyentes, sino que pueden combinarse entre sí y con otras estrategias. Para apoyar esta propuesta, aducen la dinámica política abierta entre movimientos sociales y gobiernos progresistas en América Latina. En estos procesos se establece una relación de externalidad, y por ende de separación, en cuanto a prácticas organizativas, posiciones ideológicas y objetivos políticos entre ambos actores, lo que permite llevar a cabo acciones tanto cooperativas como antagonistas según la situación concreta. Negri y Hardt conceden un gran crédito a estas experiencias, a las que elevan a “ejemplo constitucional” que puede y debe implementarse en otros lugares: “concebimos este ejemplo como modelo para otros países y regiones. Resulta difícil pensar un camino hacia la participación democrática y un nuevo proceso constituyente del común que no pase por esta experiencia de una dinámica abierta del poder constituyente en acción. Una relación abierta entre movimientos y gobiernos, una forma plural de gobernanza con múltiples puntos de entrada y una formación indefinida de reglas para las formas de vida que inventamos: estos son algunos de los elementos que constituyen el horizonte procedimental de una democracia participativa del común” (89)

  El acontecimiento comunero

  Para Negri y Hardt, el proceso constituyente es también un dispositivo de producción de subjetividad: “Devenir común es una actividad constante guiada por la razón, la voluntad y el deseo de la multitud, que a su vez debe someterse a  una educación de su conocimiento y de sus afectos políticos” (78) Es decir, que es necesario crear una nueva figura subjetiva capaz de trabajar para que la alternativa del común sea capaz de imponer su proyecto en el nuevo, imprevisible e impredecible acontecimiento transformador. De lo que se trata es de actuar, salvando las inmensas diferencias que presentan ambos proyectos, como lo ha hecho la Escuela de Chicago con sus recetas neoliberales (tan perfectamente explicado por Naomi Klein en La doctrina del shock): estando preparados y al acecho de la próxima oportunidad inesperada para poner en marcha el proyecto.

 Los autores creen que los movimientos actuales han trabajado con éxito en la transformación de las figuras subjetivas empobrecidas e impotentes surgidas del neoliberalismo y su crisis, en nuevos elementos subjetivos plenamente potentes y ricos: “La hegemonía de las finanzas y de los bancos han producido el endeudado. El control sobre las redes de información y comunicación ha producido el mediatizado. El régimen de seguridad y el estado de excepción generalizado han construido una figura presa del miedo y ansiosa de protección, el seguritizado. Y la corrupción de la democracia ha forjado una figura extraña y despolitizada, el representado.” (17) Pero la actuación exitosa de las luchas han propiciado situaciones en las que en las que “se crea una deuda más profunda en tanto que vínculo social en el que no hay acreedor. Se producen nuevas verdades mediante la interacción de singularidades que están juntas. Se forja una verdadera seguridad por obra de aquellos que han dejado de estar unidos por el miedo. Y quienes se niegan a ser representados descubren la potencia de la participación política democrática.” (110).

El comunero se presenta como el fruto de estas nuevas situaciones de potencia y riqueza y se configura como la figura subjetiva que contiene los nuevos elementos antes señalados. Comunero se define como toda persona que hace el común, que “comuna”, como si fuera el ejecutante de una ocupación cualquiera, como el panadero o la profesora. Hacer el común o comunar consiste tanto en abrir el acceso a la riqueza compartida y a la autogestión de ésta, como en construir formas de organización políticas radicalmente democráticas, alejadas del modelo tradicional de los partidos de izquierdas y sus actuaciones lamentables.

 En definitiva: “El comunero es un participante constituyente, la subjetividad que es fundadora y necesaria para constituir una sociedad democrática basada en la compartición abierta del común” (111)

 En conclusión: pensamos que estamos ante un libro de extrema sencillez, altamente interesante y que posee algunos elementos muy sugestivos, como los señalados, para el devenir de las luchas en la actualidad.

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La poesía alegre de l@s indignad@s: creación de barrio https://archivo.librepensamiento.org/2012/06/21/la-poesia-alegre-de-ls-indignads-creacion-de-barrio/ https://archivo.librepensamiento.org/2012/06/21/la-poesia-alegre-de-ls-indignads-creacion-de-barrio/#respond Thu, 21 Jun 2012 09:57:16 +0000 https://librepensamiento.org/?p=3700 El 15M es un movimiento recorrido por múltiples afectos que juegan  un papel fundamental en su desarrollo. En este texto trataremos de rescatar de entre aquéllos lo que hemos denominado “ alegría indignada” y mostrar cómo lo no se trata de un elemento baladí sino que de hecho constituye y alimenta procesos y acciones del movimiento como la desobediencia, el apoyo mutuo o la puesta en marcha de proyectos alternativos.

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Dioni Cortés (Sind. de Transportes y Telecomunicaciones de Madrid y Asamblea Popular Barrio del Salamanca de Madrid) y Paloma Monleón (Sind. de Administración Pública de Madrid y Asamblea Popular Barrio del Salamanca de Madrid )

 

El 15M y los afectos.

 Los seres humanos somos inteligentes, racionales, productivos, creativas…, pero también somos animales emocionales, cuerpos sentimentales. El universo afectivo es un fenómeno constitutivo de la realidad humana. En cada uno de los tratos con el mundo que nos rodea y con los demás, siempre se encuentran implicados afectos: la seguridad y el bienestar que nos procuran los cuidados, el dolor que experimentamos ante las injusticias, el latir cálido de los corazones enamorados, el pulso acelerado del odio que sentimos ante la desfachatez de los poderosos…. El cuerpo genera afectos ante todo lo que hacemos o lo que nos pasa. En este sentido, no se puede concebir adecuadamente la complejidad de la instauración de un mundo humano, sin considerar el elemento afectivo que está inseparablemente involucrado en ella. La política constituye un ámbito esencial de dicha instauración y, por tanto, la dimensión pasional está también presente en ella.

 No albergamos dudas acerca de que el 15M es un movimiento social y político recorrido por afectos diversos y que éstos juegan un papel fundamental en su devenir. Esto es un hecho innegable y nos sirve como punto de partida de nuestra propuesta. Nuestra intención, en estas páginas, es realizar una primera excursión, aproximativa y a modo de tentativa, por la marea emocional que agita al movimiento. Queremos ser exploradoras del campo sentimental quincemayista y para ello, no vamos pertrechados con otro instrumental que la brújula y las mínimas coordinadas orientativas que nos proporcionan nuestros cuerpos curiosos y la participación cotidiana en el movimiento.

 Una primera y primordial constatación de la presencia constituyente y efectiva de los sentimientos en el 15m, la encontramos en el otro nombre con el que se designa: el movimiento de l@s indignad@s. Esta designación proviene de la identificación del 15m con el título del libro “¡Indignaos!” de Sthéphane Hessel. No nos interesa nada inmiscuirnos en polémica alguna sobre la pertinencia de dicha identificación, sino señalar la fortuna que ha tenido esta denominación dentro del propio movimiento. Una gran parte de las que participan y se sienten parte del 15m no tienen el mayor problema en identificarse también como indignados. Se considera que la indignación es un componente esencial del 15m, el motor de las primeras acampadas y protestas, así como el desencadenante de las cientos de asambleas que han surgido durante el último año en muchos lugares del mundo. Una indignación global que se ha desatado frente a las terribles condiciones de vida que las élites nos quieren imponer a tod@s bajo el señuelo de la crisis-estafa.

 Es un hecho cierto que la indignación es un afecto muy presente en el 15m, pero no es menos cierto que no es el único, y que a su lado conviven otro tipo de tonalidades emotivas no menos importantes y que quizá tengan una potencia mayor en su devenir. Según la RAE, la palabra indignación significa: “enojo, ira, enfado vehemente contra una persona o contra sus actos”. La indignación se presenta como un afecto negativo, de oposición, que parece agotarse en la propia reacción que suscita. Quizá la indignación haya servido para llenar plazas y calles, pero si apelamos a ella como afecto exclusivo del movimiento, seríamos incapaces de explicar la multiplicidad proliferante de acciones en las que está embarcado.

 Las acciones a las que nos referimos (con especial detenimiento en la creación de barrio) son fundamentalmente creadoras ya que están haciendo emerger otro tipo de realidades cotidianas, que quizá tengan más que ver con la alegría y sus efectos potenciadores, que con la simple indignación. No es nuestra intención colocar ambos afectos en una balanza para comprobar cuál de ellos tiene más peso, ni tan siquiera contraponerlos como si fuesen incompatibles. Sabemos que ambos conviven sin problemas en el movimiento y que ambos generan todo tipo de efectos combinados. Lo que pretendemos es, simplemente, centrar el foco de atención en la creación de realidad alternativa que produce el movimiento y en el afecto que creemos que acompaña de manera crucial, aunque no excluyente,  a esta forma de poesía: la alegría.

 La alegría indignada

La alegría se puede entender, someramente, como un contento del ánimo cuyo efecto principal consiste en una potenciación de las capacidades. La alegría nos dota de un estado de ánimo receptivo, cuidadoso, desafiante y activo. Nos proporciona fuerza y un empoderamiento fruto del encuentro con nuestras capacidades activas. Es causa y al mismo tiempo efecto de lo que hacemos, configurando una suerte de circuito de retroalimentación en el que la alegría sirve de espoleta y acompaña el desarrollo  de nuestras acciones, sin dejar de ser un resultado de las mismas. Además, es expansiva y contagiosa, ya que no puede vivir confinada en los estrechos márgenes de los cuerpos individuales, sino que incita a conformar cuerpos colectivos: busca la unión, conecta, propicia buenos encuentros. En definitiva, la alegría nos potencia y, como si de un viento que siempre soplase a nuestro favor se tratara, nos sirve de aliento para llevar a cabo todo aquello que nos proponemos.

 El 15M, en su intensa pero corta trayectoria, ha dado vida a multitud de proyectos como asambleas, liberaciones de espacios, huertos urbanos, medios de comunicación, redes de apoyo mutuo, mercadillos de trueque, tiendas gratis, asesorías legales…etc.; ha realizado un espectacular trabajo mental ampliando las fronteras de lo posible o recuperando el pensamiento crítico para todas; y ha puesto en juego nuevas disposiciones para la acción política como la inclusión y las ganas de estar juntas. Creemos que todo esto ha sido posible, entre otras cosas, pero de manera fundamental, gracias a la inmensa alegría que recorre el movimiento. Son los efectos potenciadores de la alegría lo que sirve de aliento a sus propuestas.

Como muestra de lo que decimos, queremos visibilizar la presencia y el trabajo de la alegría en el 15M con algunos ejemplos:

–         Desobediencia: el 15M es un movimiento desobediente que no acepta las imposiciones absurdas del poder. Desobedece el discurso catastrofista, irresponsabilizador y mentiroso de los poderes sobre la crisis y la cohorte de medidas encaminadas a superarla, instalando en la mente colectiva, mediante el la reflexión crítica, la idea de  que la crisis es en realidad una estafa pertrechada por las élites y que las medidas tomadas hasta ahora solo la profundizan. Desobedece las barreras invisibles que nos separan de los espacios (toma de las plazas, calles, playas y montañas) y de la iniciativa política (asamblea como espacio horizontal, inclusivo y participativo de toma de decisiones colectivas). Desobedece alegremente con la desfachatez del que no tiene miedo, de la que se sabe capaz de señalar responsables y quiere participar activamente y en primera persona en la creación de soluciones para todas.

–         Ganas de estar juntas para hacer colectivamente: El 15M sabe que la unión hace la fuerza, que muchos brazos abarcan más que dos solamente, que muchas mentes trabajando en común conforman una inteligencia colectiva más potente; por eso busca la unión, la conexión, la acción común y disfruta de ello. La alegría incita a la creación de cuerpos colectivos que potencian las capacidades de cada uno, al mismo tiempo que se experimenta la alegría del encuentro como tal, el placer  de estar juntas.

–         Proyectos y experiencias alternativos: Frente a la imposición generalizada de precariedad, entendida ésta como la imposibilidad de acceder a los recursos materiales (alimentos, hogares, vestidos…) e inmateriales (saberes, cuidados…), el 15M está empeñado en crear proyectos (como los señalados antes) capaces de ofrecer de manera directa y autogestionada este tipo de elementos. Se trata de experiencias que manifiestan una confianza y una puesta en acción de las capacidades propias, que reflejan la potencia que otorga la alegría.

Estos ejemplos ser podrían multiplicar, pero creemos que recogen lo esencial del trabajo de la alegría presente en el 15M. Hablamos de una alegría indignada, política, transformadora, creativa y múltiple, que surge y es motivo de todo un repertorio de acciones, actitudes, disposiciones y deseos…, en definitiva, una alegría que nos potencia al proporcionarnos un encuentro con nuestras capacidades.

 Las alegrías indignadas no tienen nada que ver con otros “contentos” que podemos experimentar cotidianamente y que son como los pequeños y fugaces destellos apagados propios de las vidas impotentes y adocenadas. Aquí los llamaremos “alegrías resignadas”, refiriéndonos a esos estados de ánimo alegres, aunque mínimos, en realidad, que surgen de las huidas individuales (ocio embrutecedor, consumismo, drogas…) o colectivas (encuentros religiosos, partidistas o identitarios; convenciones, ferias, fiestas…), que no hacen más que reafirmar la resignación. Las alegrías indignadas y la potencia que proporcionan, no pueden ser asimiladas a explayarse aturdido frente al televisor tras una dura jornada de trabajo sin sentido; comprarse un móvil de última generación, o el mejor coche o la ropa de moda esta temporada; ni a las excursiones de fin de semana a los centros comerciales donde abrumarse entre incitaciones a una vida de consumo insatisfactorio; ni a las celebraciones colectivas de los éxitos de nuestro equipo o partido; ni al encuentro con nuestros líderes o referentes religiosos, musicales o de otro tipo. Todo esto, en el mejor de los casos, constituye pequeños, fugaces y mentirosos disfrutes que se cuelan por los intersticios y los huecos de la vida impuesta y sirven como válvulas de escape o como abrevaderos donde reponer  fuerzas para aguantar un poco más la tristeza resignada de una cotidianidad impotente y pobre la mayor parte del tiempo.

 La alegría indignada se opone a la sistemática administración de tristeza que nos impone el 1% de las élites. Una tristeza que nos aísla, nos separa, nos ciega, nos insensibiliza, nos atemoriza, nos aleja de nuestras capacidades de acción individual y colectiva, y que, en suma, nos despotencia. Las élites avivan huracanes en nuestra contra, pero confiamos en que el viento de la alegría indignada será más fuerte.     Por ello creemos que, en las actuales circunstancias, y quizá en toda circunstancia, la alegría será indignada o no será, pero también creemos que la indignación será alegre o tampoco será. La fuerza de la alegría indignada potencia la autonomía individual y colectiva, la riqueza para todas, los cuidados, el amor… y todos aquellos ingredientes que constituyen una vida buena. Una vida buena que hay que construir entre todos y que exige la creación colectiva de una nueva realidad: una nueva forma de hacer poesía, y por qué no, una forma nueva de hacer barrio.

La alegría indignada en acción: la creación de barrio

 Y es que la alegría indignada es, además, exigente, y no se conforma con ejercicios discursivos. La intervención real sobre la vida cotidiana ha sido desde sus inicios uno de los elementos clave del quehacer quincemayista. Así, el traslado a los barrios de las asambleas en un principio centralizadas, dotó al movimiento del necesario anclaje en lo cotidiano, y redefiniendo los espacios locales como nuevos escenarios de lucha y convivencia. De este modo, el paisaje (geográfico, político, afectivo) de los barrios se ha modificado en los últimos doce meses y ello en varios sentidos.

 El espacio público supuestamente definido por urbanistas y arquitectos, que lo es en realidad por especuladores y grandes centros comerciales, tiene sus propios iconos: plazas tan relucientes como inhóspitas, mucho más apropiadas para la celebración de eventos publicitarios y ferias consumistas que para su uso público. No obstante, junto a esos grandes espacios abiertos, junto a estos desiertos urbanos, han proliferado verdaderos espacios públicos liberados. Como respuesta al embargo consumista que ocupa literalmente nuestras ciudades, se superponen ahora sobre el antiguo plano los nuevos mapas que definen estos territorios públicos reapropiados. Los nuevos senderos definen nuevas dinámicas de vida colectiva, de formas de reunirnos, de estar juntos, de agregarnos, de reconocernos y de distinguirnos fuera de los canales convencionales.

 El 15m proclama así, en la práctica, una crítica a la definición de los espacios urbanos tal y como los conocemos. Ocupar un espacio de nadie, utilizarlo, resignificarlo en un código propio, dotarlo de sentido y utilizarlo, prefigura la posibilidad real de crear espacios habitables distintos para la vida colectiva en el espacio urbano. La plaza ya no es el lugar donde se asienta el centro comercial, es el lugar de las asambleas, como el parque es el de las reuniones o el bar al que acudimos es el que cerró en la huelga general.

 El barrio no es por lo tanto tan sólo un espacio por el que transitamos, sino que también es un lugar para la memoria (actos de homenaje a lugares olvidados por los poderes públicos como la antigua Cárcel de Mujeres de Ventas, objeto de unas jornadas organizadas por la Asamblea Popular del Barrio de Salamanca), para el ejercicio activo de la solidaridad (redadas racistas paradas por miembros de la Asamblea Popular del barrio de Carabanchel), para la reivindicación de los bienes públicos (masiva organización por parte de las asambleas populares de la consulta social del agua contra la privatización del Canal de Isabel II), para el apoyo mutuo (diversas redes, bancos de tiempo, de trueque, de reciclaje… de varias asambleas), para las protestas contra la reforma laboral (diversos piquetes que actuaron en zonas tradicionalmente poco trabajadas por los sindicatos, como el propio distrito de Salamanca de Madrid ) o para la autogestión y liberación de espacios (múltiples okupaciones en las que han participado diversas asambleas populares).

Este nuevo planeamiento urbano se alimenta, desde luego, de las nuevas relaciones establecidas entre los miembros de la asamblea. De este modo personas que a pesar de vivir incluso a pocos metros de distancia no habían cruzado una palabra en años de “convivencia” han pasado a constituir una comunidad política en la que imperan elementos como el apoyo mutuo, la solidaridad o la inclusión. La imbricación entre teoría y práctica se extiende y reproduce en otro par de conceptos que los poderes entienden como dicotómico como serían la vida y la política. De este modo, la reapropiación no sólo lo es del espacio sino también del tiempo, de trabajo y de ocio, que a su vez a menudo se confunden y alimentan. En el barrio la política no es ese islote árido desarraigado de los procesos cotidianos y de las inquietudes más inmediatas. La política tiene que ver con nosotras, con nuestras vidas, con nuestros cuerpos y con el placer y la alegría (indignada) de encontrarnos y crear juntas.

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